El colegio Errando Vilar costó 3,8 millones de euros. En realidad costó 2,7 pero la corrupción del Partido Popular traspasó en esta ocasión las fronteras a las que nos tiene acostumbrados y decidió que el bienestar de los niños podía quedar a un lado si había posibilidad de enriquecimiento.

Perdonen la dureza con la que escribo. Solo interpreto la lectura de la Fiscalía, que investiga los desmanes en la empresa Ciegsa, la que construía los colegios con el beneplácito del PP. Con ella, la corrupción planeó sobre Almassora.

Sí, no es necesario que se vayan a la Fórmula 1 ni a la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Aquí, en el cruce de las calles Boqueras con Constitución, el informe de Intervención de la Generalitat dice que se tiraron por tierra los impuestos de los vecinos, que pagaron la construcción ruinosa de un colegio y un 41% “extra”. Por si fuera poco, la obra se hizo tan mal que apenas abierto el centro empezaron las grietas, las goteras, la fachada cayéndose a pedazos y el patio cerrado por inundaciones.

¿Y qué hizo el equipo de gobierno local? Tan tibio cuando se trata de defender la educación como siempre, pidió a la Generalitat de su partido que rehiciera parte del desaguisado. Y lo que no pagó el Consell lo pagaron los vecinos de Almassora. Todavía no les hemos escuchado pedir perdón. Nosotros no vamos a dejar que se vayan como si no hubiera pasado nada. H

*Primera teniente de alcalde de Almassora