Las obras del AVE entre Valencia y Castellón llevan meses poniendo en evidencia al Gobierno central, incapaz de ofrecer respuestas a los usuarios de Renfe ante los retrasos y las cancelaciones. Curiosa paradoja que la mala gestión del Ministerio de Fomento deje en el andén durante horas a los pasajeros de Cercanías, entre los que figuran los vecinos de Almassora, en busca de la alta velocidad del servicio.

Por ello me sumo a la petición de la consellera María José Salvador para que el Gobierno informe puntualmente a los usuarios de los cortes de suministro y alteraciones de horarios y, sobre todo, a la necesidad de activar autobuses lanzadera para suplir las carencias del servicio mientras duren las obras, como trasladó el presidente Ximo Puig al máximo responsable de Renfe esta misma semana. No en vano, al indudable impacto que tiene el transporte en la economía y el turismo de Castellón, como comprobamos la semana pasada con motivo de las fiestas de la Magdalena, se une la necesidad básica de disponer de un transporte público y de calidad para que nuestros vecinos se desplacen a trabajar o estudiar hasta Valencia, Castellón o sus áreas metropolitanas.

Quienes ejercemos la función pública no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando soluciones que no llegan mientras los ciudadanos tienen que buscar fórmulas alternativas para acudir puntuales a sus obligaciones. H

*Primera teniente de alcalde de Almassora