Los mosquitos no son un problema estacional para el equipo de gobierno de Almassora, son una constante en el calendario de trabajo municipal y por ello buscamos alternativas que resulten efectivas el próximo verano y los que vendrán. Podríamos empezar a echarnos las culpas entre administraciones, quejarnos si consideramos que la prevención de otros pueblos no es tan intensiva como la nuestra, quedarnos de brazos cruzados a esperar que las temperaturas disuadan insectos. Pero no.

La empresa de control de plagas inició con el nuevo año la búsqueda de focos en la playa y el casco urbano y aún no nos habíamos quitado la bufanda del invierno cuando los operarios comenzaron a fumigar charcas, alcantarillas, piscinas abandonadas y otros puntos de acumulación de agua para evitar que las larvas den paso a los temidos mosquitos. Podríamos limitarnos a contratar este servicio y darnos por satisfechos al cumplir nuestra obligación de tomar medidas. Pero no.

Un reciente acuerdo con la firma UBE permitirá la instalación de cajas de madera para que aniden murciélagos, ejemplares capaces de comerse hasta un millar de mosquitos en una sola noche. Y al control biológico se sumará, este mismo mes, el taller gratuito para la fabricación de repelente natural, así como otras acciones formativas durante el verano.

Entonces sí podremos decir que hicimos todo lo que pudimos. H

*Primera teniente de alcalde de Almassora