Desde el pasado 1 de febrero Vinaròs tiene un color más azul debido al incremento de plazas de zona azul que el tripartito, formado por Podemos, PSPV-PSOE y Compromís, decidió en el nuevo contrato. Hoy existen más plazas de zona azul que cuando el tripartito llegó en junio de 2015 y además han subido los precios entre un 33% y un 150% según la franja horaria en la que el ciudadano decida estacionar su coche. Todo un chollo… para las arcas municipales y de la empresa concesionaria.

Lo curioso es ver como desde la izquierda vinarocense se han olvidado de la remunicipalización de la zona azul que prometieron en campaña electoral e incluso se han olvidado de la zona verde para los residentes. ¿Son los vinarocenses su prioridad o su negocio pintado de azul?

Y como siempre que la realidad le estropea el discurso al alcalde de Podemos éste aparece y saca el tema Castor. Curioso porque es Podemos quien gobierna en Vinaròs con el PSOE que fue quien aprobó pagar funcionara o no el proyecto Castor. A Enric Pla quizás le convendría preguntar a los miembros de su propia junta de gobierno por las alfombras rojas que los socialistas extendían en el Ayuntamiento de Vinaròs cada vez que los dirigentes de Escal UGS avisaban de su presencia en la casa de todos los vinarocenses.

Por si ello fuera poco, Vinaròs sigue sin el proyecto de carril lúdico deportivo a la carretera de la ermita porque el tripartito tiene pocas ganas de sacarlo adelante y ya se ponen la venda antes de la herida para justificar que ni ellos ni la Generalitat pretenden invertir en Vinaròs los 2,3 millones de euros del Plan Confianza que nos corresponden.

Una lástima que su interés personal y político esté por encima de los intereses de los vinarocenses y en contra de una infraestructura que Vinaròs merece.

*Diputado provincial del PP