Querido/a lector/a, en el 40 aniversario de la Constitución instituciones y medios están organizando debates sobre la Carta Magna, o lo que es lo mismo, están preguntándose en público si ha sido eficaz y qué hay que hacer para que siga siendo herramienta de convivencia.

Así es que, sabiendo que había un debate en el Colegio de Arquitectos de Madrid entre Felipe González y José María Aznar, me apunté vía internet y escuchando sus opiniones y viendo sus reacciones, quiero señalar que quedó en evidencia que no eran especialistas en la materia, es más, no aportaron nada que no se hubiera dicho anteriormente. En segundo lugar, se vio desde el principio que, aunque se anunció como debate, fue una celebración a la limón, del espíritu de consenso que la redactó y los valores que han permitido paz, cambios de Rey, gobiernos con ideales diferentes, etc. En tercer lugar, también constataron que, a pesar de algunas imperfecciones de la Constitución y de cambios en el marco político que le afectaron (la cosoberanía europea), los problemas reales que sufre España y los españoles no se derivan de la Constitución sino de quiénes controlan el poder, el mundo e imponen políticas (bancos, grandes empresas, gobiernos). En cuarto lugar, y aunque los dos defendieron la revisión de la Constitución y su adecuación a un mundo que ya no es el mismo, se notaron diferencias: Felipe estaba abierto a esa posibilidad y Aznar conservador e inseguro. En quinto lugar, los dos llegaron al acuerdo de que tan importante como la Constitución es posibilitar una reflexión estratégica sobre qué tiene que hacer España para poder sobrevivir al futuro, para estar entre los países punteros.

Querido/a lector/a, no son especialistas, pero son gente con experiencia de gobierno, de gestión, conocedores de la realidad y con influencia en los partidos políticos que van a decidir el futuro de la Constitución. Valió la pena.

*Analista político