La trayectoria de desaceleración que la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) ya avanzó en su informe de coyuntura y perspectivas económicas se confirma. Después de tres años creciendo por encima del 3% interanual, en 2018 la economía española registró una tasa de crecimiento del 2,5% y se estima que en 2019 esta cifra baje hasta el 2%.

La economía española registra una ralentización del crecimiento económico y también lo hace la economía de nuestra Comunidad que, pese a anotar una tasa del 2,4%, crece por debajo de la media nacional y del crecimiento registrado en 2017.

La explicación a esta ralentización económica hay que buscarla, en gran parte, en el exterior. Pese a que en la provincia de Castellón las cifras son buenas --el volumen de exportaciones ha llegado a los 6.000 millones de euros, lo que supone el 2,79% del total nacional y un crecimiento superior al 16% con respecto al acumulado de 2017--, y pese a que la Comunitat Valenciana, sigue en el tercer puesto del ranking nacional en exportaciones, la falta de dinamismo exterior se ha traducido en un importante retroceso en términos interanuales de una partida importante de nuestras exportaciones, las del automóvil. Además, la incertidumbre generada por la política proteccionista de algunos países como Estados Unidos y Argelia, los efectos del brexit y la ralentización de las economías europeas seguirá marcando la evolución de las exportaciones.

El Gobierno encuentra en el mercado laboral el contrapunto al deterioro del entorno exterior y al enfriamiento de la economía. De hecho, al mismo tiempo que se confirma la ralentización del PIB, los datos hechos públicos en la Encuesta de Población Activa (EPA) del cuarto trimestre de 2018 reflejan un nuevo impulso del mercado laboral, con un repunte de la creación de empleo, y una caída de la tasa de paro hasta el 14,45%, la más baja desde 2008.

Es cierto, nuestra economía seguirá creciendo, aunque lo haga a tasas más moderadas y ese crecimiento, por encima del 2%, nos permitiría seguir generando empleo neto, pero los empresarios de esta Comunidad hacemos de estas cifras una lectura más prudente.

Somos cautelosos, especialmente los empresarios de Castellón, porque mientras que en la Comunitat Valenciana la EPA situaba la tasa de paro en el 14,30%, por debajo del porcentaje nacional, en Castellón repuntaba hasta el 15,11%.

NUESTRA CAUTELA tiene que ver también con lo que la prensa ha calificado de «enero negro para el empleo». Como cada año, las cifras del paro del mes de enero muestran una tendencia al alza pero ahora lo hace en términos desestacionalizados. Desciende la actividad, el mercado de trabajo da síntomas de ralentización generalizada y el aumento del paro en el sector industrial va más allá de la temporalidad y la coyuntura.

Por estos motivos, porque a la vista de que la economía real va a avanzar a tasas inferiores a la de los últimos años y porque la creación de empleo sigue siendo fundamental para los empresarios de esta provincia, como para los del resto del país, debemos insistir en la necesidad de aprobar medidas que impulsen la actividad económica, reduzcan la tasa de paro, que todavía es elevada, y ayuden a la competitividad de las empresas. La economía pierde impulso y, lejos de obviarlo y caer en los mismos errores de épocas pasadas, debemos tomar medidas que hagan que la economía esté en una mejor posición para afrontar los posibles envites.

Entendemos que ante los desafíos que nos llegan del exterior nuestra capacidad de actuación es muy limitada. No sabemos si el posible debilitamiento de la economía se mantendrá en el largo plazo; tampoco cuál va a ser la opción definitiva en la salida de Reino Unido y cuáles serán las repercusiones sobre el comercio exterior, las inversiones o el turismo, por ejemplo; o si seguirán proliferando las medidas proteccionistas en algunos países.

Tampoco nos ayuda, en el orden interno, la política fiscal que desafortunadamente parece que camina en sentido contrario al necesario para hacer atractiva la inversión. Ni lo hace la falta de estabilidad política necesaria --como estamos viendo-- para que un gobierno apruebe los presupuestos generales y ejecute su política económica.

Pero lejos de ser pesimista, pese a la ralentización, seguimos creciendo y pese a las dificultades, podemos seguir generando riqueza. La concertación, el diálogo y el acuerdo entre las fuerzas sociales nos puede ayudar, junto al trabajo y el esfuerzo del Gobierno, a alcanzar el objetivo de devolver la tasa de desempleo hasta los niveles precrisis.

En este sentido, el IV Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva para 2018-2020, firmado por CEOE y CEPYME y las organizaciones sindicales UGT y CCOO es nuestro marco de referencia y las medidas en él acordadas las que deben contribuir a crear empleo de calidad.

En el marco de este acuerdo, hemos defendido un incremento salarial en el entorno del 2% de parte fija y de una parte variable del 1%, adaptándose a las especificidades y realidad de cada ámbito de negociación, sectorial o empresarial. Hemos insistido, también, en la oportunidad de mantener vigente lo dispuesto en materia de flexibilidad interna en la empresa a través de instrumentos negociados. Y, del mismo modo, hemos suscrito la necesidad de terminar con la brecha salarial; apostar por la igualdad; mejorar la cualificación profesional ante el reto de la digitalización o impulsar la Formación Profesional Dual.

Al margen y añadido a este acuerdo, necesitamos estabilidad política; seguridad jurídica y unas políticas públicas que tengan más en cuenta al tejido empresarial. Debemos apoyar y fortalecer nuestra industria porque garantiza la reducción de la tasa de paro. El tamaño de nuestras empresas muchas veces también obstaculiza las posibilidades de crecer y crear empleo, somos conscientes, pero no menos que el aumento de los costes. La generación de actividad y empleo estable y de calidad es difícilmente compatible con el aumento de la presión fiscal sobre las empresas.

Tengamos en cuenta las perspectivas económicas y calculemos bien el impacto de las decisiones que tomamos. Seguimos creciendo, pero la coyuntura económica es otra.

*Presidente de CEV Castellón