La política debería ser la profesión a tiempo parcial de todo ciudadano». Así lo dijo el presidente de los EEUU Dwight D. Eisenhower y así lo comparto. Entré en política con una única ambición, aportar lo mejor de mí durante un tiempo para dejar una tierra mejor a las generaciones venideras. Y con ese objetivo mi equipo y yo hemos trabajado durante estas dos legislaturas, desde la humildad, sensatez y constancia, al frente del gobierno provincial.

Porque más que las próximas elecciones, a este equipo y a este proyecto siempre nos ha preocupado más el futuro de las próximas generaciones. Trabajar pensando en el corto plazo puede resultar motivador para quien busque el aplauso fácil, para quien promete mirando de reojo a las urnas, para quien no tiene más proyecto que alcanzar el poder. Pero la verdadera política, la que mantiene la esencia de las antiguas democracias, es la que hace más fácil el día a día de los ciudadanos, la que es útil para nuestros pueblos y la que mira al futuro con ambición para crecer y ganar oportunidades. Mirar lejos para actuar cerca.

Por eso, en la Diputación de Castellón hemos trabajado siempre pensando en grande, luchando por llevar a la provincia aquellos proyectos e iniciativas necesarios para definir el progreso de esta tierra. Nos dejamos la piel para conseguir una reserva hídrica en el Plan de la Cuenca del Ebro que garantizara el abastecimiento de agua en la provincia para generaciones futuras. Pusimos encima de la mesa del Gobierno español y europeo el grave problema de la despoblación rural, y juntos logramos que la Unión Europea introduzca como criterio de reparto la necesidad de atender la despoblación y a las diputaciones como garantes de resolver estos desequilibrios. Y lanzamos #Repoblem, el mayor plan de la historia por consolidar la población en el interior. Pensar en el futuro es lo que nos llevó de nuevo a Bruselas para reunirnos al más alto nivel con el comisario de Energía y defender unas condiciones justas y competitivas para nuestro sector cerámico, con tal de que el nuevo marco normativo en el que está trabajando el Gobierno no penalice a Castellón. Y pensar en el futuro es lo que nos ha llevado esta semana a aliarnos con la mayor empresa de energía del país para convertir los 135 pueblos de esta provincia en un territorio inteligente y competitivo tecnológicamente. Son solo algunos ejemplos que dejan entrever el Castellón que queremos dejar a nuestros hijos.

Por ello, en las elecciones municipales y europeas del 26 de mayo no se eligen colores ni siglas, se elige el futuro de 600.000 castellonenses, se elige un proyecto serio, responsable y solvente de un equipo que conoce, siente y defiende Castellón o se elige un proyecto electoralista, de mirada corta y donde priman los intereses particulares a los de toda una tierra.

Yo estoy orgulloso de formar parte del proyecto de los que se sienten orgullosos de vivir y trabajar en esta tierra única, de los que creen en esta tierra de oportunidades, de los que quieren ganar el futuro de nuestros pueblos, de los que piensan en grande.

*Presidente Diputación Castellón