En España no tenemos Gobierno, pero el PSOE tiene las ideas claras. El afán de recaudar a costa de los ciudadanos no se ha ido de vacaciones y toca hacer caja. Sobre todo para alimentar las nóminas de una izquierda que no gestiona pero sí sabe subirse el sueldo a costa de los ciudadanos.

La última ocurrencia es imponer peajes blandos en las autovías que son gratuitas. Para el caso de nuestra provincia, la autovía del interior, la A-7. Una maniobra más para garantizar los ingresos extras que permitan pagar el sueldo a quienes ocupan cargos públicos sin voluntad de pactar para gobernar.

En Castellón, bien sabemos lo que nos cuesta el PSOE. Desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, nuestra provincia ha visto cómo se quedaban bloqueadas inversiones prioritarias. Las que garantizan competitividad y desarrollo para nuestros ciudadanos, las que aseguran las oportunidades que merece esta tierra única.

En 2018 paralizaron la inversión que Mariano Rajoy previó para concluir la autovía A-7. Con un presupuesto de 434 millones, el PP había planificado la ejecución de los 48 kilómetros de autovía que restan por ejecutar entre Vilanova d’Alcolea y la Jana. El proyecto no garantizaba solamente servicio a los ciudadanos del interior, aseguraba al mismo tiempo competitividad, desarrollo y crecimiento.

Hoy el debate no es si estas obras se ejecutarán. Es evidente que el castigo socialista a la provincia continúa porque el proyecto sigue paralizado. El tema del verano es el deseo del PSOE de cobrarnos por utilizar la única autovía gratuita que hay en nuestra provincia: la A-7. El ministro valenciano de Fomento, José Luis Ábalos, lo ha dejado claro: peajes blandos para los usuarios.

Y lo hace un partido que se niega a invertir en Castellón, nos paraliza la autovía y sigue sin liberalizar la autopista AP-7. Toda una muestra del sentido de servicio y vocación ciudadana que vertebra a la izquierda. Porque hay que tener la cara muy dura para plantear una propuesta de estas características cuando a la provincia se le niega la inversión que permita finalizar la autovía. Cuando se bloquea el desarrollo que debe proteger los intereses económicos, turísticos y comerciales de Castellón. Cuando la A-7 es la única alternativa al pago por la AP-7.

El Partido Popular va a seguir defendiendo los intereses de todos los castellonenses. Frente al delirio de un PSOE que busca obtener ingresos que permitan pagar las nóminas de una plantilla de asesores y altos cargos que crece como la espuma a costa del bolsillo del contribuyente.

A esta provincia debe llegar la inversión y el desarrollo que el PP proyectó en lugar de esquilmar los ahorros de las familias. Y para lograrlo hace falta una política convencida, decidida y firme. Cambiar los peajes por inversiones, garantizar infraestructuras en lugar de bloquearlas.

QUEREMOS que Castellón progrese, avance y garantice oportunidades y calidad de vida. Y para conseguirlo hemos de apostar por las infraestructuras útiles: concluir la autovía A-7, liberalizar la AP-7 y garantizar la gratuidad a los usuarios. No es un brindis al sol. Es un objetivo que se puede y debe alcanzar. Seamos capaces de conseguirlo.

*Diputado autonómico del PP en Les Corts Valencianes