Hoy es el día elegido por PSOE y Podemos para hacer efectiva la subida de la contribución en Vila-real. La mayoría socialista, con la complicidad de la formación morada, aprueba en un pleno extraordinario el nuevo incremento del 10% en el Impuesto de Bienes Inmuebles para los próximos años. El alcalde Benlloch comienza a poner en marcha su programa oculto, ese que hace solo cinco meses no contó a los vecinos cuando se presentó a las elecciones.

La responsabilidad de esta subida del IBI es exclusivamente del alcalde y de su equipo de gobierno, por mucho que intente excusarse en la herencia recibida. Después de más de ocho años en la alcaldía ya no cuela. Por si fuera poco, el alcalde decidió asumir las competencias de Hacienda. Una declaración de intenciones.

En la propuesta de modificación de la ordenanza presentada por la alcaldía, se apuntaba como opción para cuadrar las cuentas apostar una política de contención del gasto, pero claro, no están dispuestos a apretarse el cinturón. No queda otra que apretarlo a los vecinos. El incremento anual de unos 2,2 millones supondrá que el gobierno del PSOE recaude cada año casi 6 millones más de lo que recaudó el último gobierno del Partido Popular.

Nuestro posicionamiento ha sido siempre muy claro. De hecho, en el programa electoral nos comprometimos a reducir la presión fiscal a los vecinos. Y esto no era solo un anuncio, ahí tenemos el ejemplo de Onda, donde el equipo de gobierno que encabeza Carmina Ballester ya ha iniciado los trámites para reducir el IBI un 15% en los próximos años. Dos modelos diferentes: ajustar los gastos y gestionar con cautela los impuestos o gastar a manos llenas y repartir la factura entre todos.

*Portavoz adjunto PP Vila-real