La palabra crisis en japonés está compuesta por dos caracteres: «peligro» y «oportunidad». Este término refleja una manera de afrontar las situaciones de dificultad creciéndose ante la adversidad. Tenemos mucho que aprender de un país lejano y diferente, que estos días tenemos más cerca que nunca gracias a dos encuentros bilaterales.

La ciudad de Castelló ha acogido esta semana el Congreso Internacional España-Europa-Japón con el que hemos sentado las bases para unas nuevas relaciones que nos han ayudado a intercambiar experiencias y potenciar la cultura propia. El congreso ha sido la antesala del Foro España-Japón, que comenzará este martes y con el que pretendemos poner a Castelló, nuevamente, en el mapa de lo positivo. Se trata del encuentro anual más importante entre ambos países y en esta ocasión la capital de la Plana será la sede y el punto de encuentro internacional. Es una oportunidad para fortalecer las relaciones en todos los ámbitos: económico, empresarial, cultural y social con la intervención de ponentes de máximo nivel españoles y japoneses. El presidente de la Fundación Consejo España-Japón y exministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, copresidirá el foro junto al presidente de la patronal del Comité Europeo de la Federación Empresarial de Japón, Yoshio Sato.

Hay mucho espacio común por recorrer aún entre los dos países. Y estas dos citas --el congreso y el foro que acogeremos la próxima semana-- son una oportunidad ineludible para que los dos países nos miremos y avancemos desde la diferencia.

Nuestras culturas son diferentes, pero nuestra vocación de futuro es la misma. Nuestras economías han crecido por caminos distintos, pero ambos tenemos como horizonte el progreso y el bienestar de nuestros pueblos. Queremos diseñar ciudades más sostenibles, más amables y más cómodas. Por ello, estas diferencias son diferencias de las que podemos y debemos aprender para alcanzar el éxito. Porque vivimos en un mundo global, interconectado, en el que las decisiones que se toman a miles de kilómetros afectan a nuestro día a día, se nos antoja más necesario que nunca el avanzar hacia una nueva etapa de integración y solidaridad. España y Japón debemos estrechar los vínculos que nos unen para aprovechar mucho mejor los vientos del futuro.

Y con este espíritu hemos cerrado el Congreso Internacional España-Europa-Japón. Han sido dos días en los que hemos puesto en práctica que el intercambio sobre nuestras realidades puede ayudar a plantear un escenario de cooperación que permita un desarrollo económico y sostenible. Todo un anticipo de lo que nos espera esta semana con el Foro España-Japón.

La economía mundial plantea un escenario complejo en el que nos resulta complicado aventurar el futuro. Y ante estos interrogantes es cuando debemos asumir como propia la manera en la que Japón hace frente a las situaciones de adversidad vinculando crisis a oportunidad. Hemos de hacer el esfuerzo de dialogar sobre el sentido del futuro para responder desde el conocimiento a los retos que nos presenta el siglo XXI. Castelló, con la celebración del Foro España-Japón, se convierte en el puente de enlace y de diálogo entre los dos países y sus culturas.

*Alcaldesa de Castelló