El colegio Regina Violant ya está listo para iniciar el próximo curso. ¡Por fin! Es mérito de la comunidad educativa que ha soportado una situación insostenible desde 2006, cuando el Partido Popular anunció un colegio «provisional» y llegaron los primeros barracones. La falta de previsión motivó que las obras no salieran a concurso público hasta el año 2015.

Una década después de instalaciones supuestamente provisionales arrancó el verdadero proceso administrativo para sacar a concurso público las obras, adjudicar e iniciar unos trabajos que, por si no teníamos bastante, abandonó la primera empresa adjudicataria. Con Añil todo ha sido distinto. Han acortado el plazo previsto y no les han frenado ni las lluvias ni la pandemia del último año.

Ahora que está a la vista de todos ese magnífico edificio diseñado por Fernando Zaragoza y Begoña Conill con la participación de los ingenieros municipales y todo el departamento de Urbanismo, es momento de agradecer tanto trabajo a tantas personas, también a la AMPA, el claustro y el equipo directivo por su lucha incansable frente a las malas noticias que se iban produciendo.

Vaya también la felicitación del Ayuntamiento a los equipos de limpieza que se han desvivido en cada episodio de lluvias y al Servicio Municipal de Mantenimiento y Logística (SMML), con Carmen Burguete al frente, involucrado ahora en la mudanza que arranca para abandonar los barracones y estrenar un colegio de verdad.

La comunidad educativa ha soportado días muy difíciles y no siempre ha encontrado el apoyo de la Administración. Lamento enormemente que tantas generaciones hayan tenido que estudiar en barracones por la falta de previsión y las dudosas prácticas del pasado en la planificación de la educación pública. Yo volvería a dar lo mejor de mí para que el inicio de curso sea por fin en un colegio de verdad, como prometí. H

* Alcaldesa de Almassora