Hay quien basa toda su gestión solo en la imagen, en su imagen. En aparentar. En intentar construir un liderazgo a base de gestión cortoplacista obsesionado en el beneficio electoral y obviando oportunidades de futuro para la ciudad.

En casi 10 años, los socialistas han sido incapaces de aprovechar la gran oportunidad que supone contar con una de las áreas más atractivas de la Comunitat Valenciana: Espai Vila-real. Unos terrenos que en manos de cualquiera dispuesto a ganar el futuro se hubieran convertido en estímulo para nuestra economía.

En casi 10 años, el equipo de gobierno ha sido incapaz de desbloquear nuestro principal polígono industrial en la carretera de Onda que debería ofrecer terrenos atractivos para nuevos inversores. Han llegado incluso a renunciar a proyectos vitales para nuestro crecimiento económico, social y laboral como la Plataforma Intermodal que regalaron a Castelló por servilismo partidista.

Casi 10 años es el tiempo que los socialistas han castigado a los vecinos negándoles incluso una biblioteca, la de Pío XII, que recibieron terminada. Los socialistas siguen centrados en lo que son especialistas: construir relatos de y con la intención de tapar su mala gestión.

Pero hay otras formas de gestionar. En Onda la popular Carmina Ballester ha demostrado que dos años es tiempo suficiente para impulsar un ilusionante proyecto de ciudad. Carmina ha bajado la contribución al mínimo histórico, mientras aquí la suben al máximo. Carmina ha impulsado un potente proyecto de atracción de nuevas empresas mientras aquí están bloqueados. Carmina ha entregado cerca de dos millones en ayudas a afectados por la covid mientras aquí siguen sin dar nada. H

*Portavoz del PP de Vila-real