En la época que estamos, parece raro hablar, o escribir, de cualquier tema que no sea el coronavirus, pero es cierto que hay otros asuntos, que yo me atrevería a decir, tan importantes como este, ya que su vigencia no es temporal, como esperemos que sea el covid, sino que se viene repitiendo año tras año. Y me refiero concretamente a la igualdad, para ser mas específico a la igualdad salarial entre hombres y mujeres. A intentar reducir al máximo posible la brecha salarial de género que existe.

A tal fin, recientemente se han publicado dos reales decretos donde se plantean diferentes medidas para reducir esta brecha. Son lo suficientemente extensas para no reproducirlas aquí, pero si me gustaría hacer mención de alguna, como por ejemplo la obligatoriedad de realizar planes de igualdad en todas las empresas que tengan mas de 50 trabajadores/as. Hasta ahora, solo era obligatorio realizarlo en las empresas de más de 250 trabajadores/as, con lo cual se quedaban fuera de esta medida, la mayoría de las empresas, debido al tejido productivo que tenemos en España, con predominación de la pequeña empresa. Y además, en las pequeñas empresas, es donde mas se produce la desigualdad salarial (textil, agrícola... ), por lo que, bienvenida sea cualquier medida encaminada a reducir esta brecha.

También se plantea la posibilidad de realizar auditorías salariales en las empresas, con el fin de comprobar que no se están realizando discriminaciones por razón de género. Me parece bien, pero creo que seguirá siendo insuficiente, sobre todo para las prestaciones futuras, como por ejemplo la jubilación. Y me explico; La mayoría de las empresas, sobre todo las medianas y grandes, no realizan discriminaciones, ya que se aplica el convenio de referencia, por lo que no se produce esa brecha, mientras se mantiene la relación laboral en condiciones iguales. Pero ¿qué pasa cuando se tiene un hijo/a? En la inmensa mayoría de los casos, es la madre, quien se acoge a una excedencia y/o reducción de jornada por cuidado de hijos, con la consiguiente reducción de salarios y cotizaciones. Y su repercusión en las prestaciones es evidente, por lo que habría que incidir, es mi opinión, en contemplar ciertas situaciones relacionadas con el cuidado de familiares, para constar como cotización idéntica a la que se tenía durante los años previos a cuando concurra alguno de estos casos. En lo relativo al cuidado de personas mayores dentro del ámbito familiar, se repite la misma situación. Y, lamentablemente, estas situaciones además ponen freno a la promoción profesional de la mujer.

Es complicado, pero no imposible, ya que con ello conseguiríamos que esa brecha que se agranda más en las pensiones, por lo comentado anteriormente, pudiera reducirse y nuestras madres, esposas, hermanas, hijas... tuvieran pensiones decentes, y para ello no tener que renunciar, como es lógico y evidente, a ser madres.

Desde UGT, lo tenemos claro desde hace mas de 132 años, ya que en los Estatutos Fundacionales de nuestro sindicato, en su artículo 2 ponía: «los obreros y las obreras, cobrarán lo mismo por el mismo trabajo». Algo, que todos sabemos que históricamente no ha ocurrido, pero que también entre todos, tenemos que hacer lo necesario para que la igualdad sea una realidad. H

*Secretario territorial intercomarcal

de UGT Comarques del Nord