No es no, en cualquier lengua. Y esa es nuestra respuesta al disparatado plan de la Ley Celaá que elimina el castellano como lengua vehicular. Desde el PP siempre defenderemos un «bilingüismo integrador» con el castellano como lengua oficial del estado, tal y como contempla el artículo 3 de la Constitución, y como cooficiales las lenguas de las Comunidades Autónomas. Es evidente que esta ley es el pago a ERC por su apoyo. Una ley que, encima, cuenta con más de 1.000 enmiendas presentadas. Su aprobación implicará eliminar las herramientas que garantizaban la igualdad de los derechos lingüísticos de todos los españoles.

Y hablando de lenguas, en la Comunidad Valenciana sufrimos aún más este despropósito. La Ley Celaá supondrá atentar aún más contra el derecho de los padres a elegir la escuela que quieren para sus hijos. Están liquidando, de un plumazo, la libertad educativa de poder elegir la educación concertada.

En la Comunidad Valenciana, el Estatuto afirma que los idiomas oficiales son el castellano y el valenciano. Todos tienen derecho a conocerlos y usarlos (…). Y ahora se está discriminando por cuestión de lenguas. La última gran idea de este tripartito radioactivo es exigir a los médicos un certificado de valenciano si quieren ejercer en centros sanitarios públicos de nuestra Comunidad.

El proyecto legislativo elimina la exención que convierte al valenciano en una obligación, en vez de un mérito. Bravo, señores. ¡Nos estamos luciendo con la lengua! Si ya faltaban sanitarios ahora hemos abierto las puertas de par en par para lograr un éxodo que nos dejará, aún más si cabe, en cuadros . H

*Alcaldesa de Segorbe