La palabra dignidad en nuestra lengua deriva del adjetivo latino dignus y se traduce por valioso. En el pleno de Presupuestos hemos hablado de esto.

En el debate de los Presupuestos 2021 en sanidad me ha tocado intervenir para poner de manifiesto nuestro voto en contra a todas las enmiendas de Vox. Lo curioso es que el diputado de esta agrupación política, por segunda vez, repitiendo su intervención de la pasada semana, no ha mencionado en ningún momento las enmiendas que presentaron, se lo he hecho saber así y no se ha dado por aludido, en fin. Pienso que les daba un poquito de vergüenza porque las enmiendas no mejoraban en nada los Presupuestos, lo que sí hacían era desmejorarlos. Ya enmendó intentando borrar a la mitad de la población de las cuentas, a nosotras, las mujeres, una forma monstruosa de una fuerza política que se dice constitucional pero a la que se le olvida el artículo 14 de nuestra Constitución, se le olvida: «… sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social».

No esperaba menos de un grupo político que tiene como carta de presentación «la no universalidad de la sanidad». Tenía mucha curiosidad en saber qué piensan ahora. Quería saber si se han humanizado un poquito y se lo pregunté porque la pandemia, lo hemos podido vivir todas, no sabe de visados, no sabe de fronteras, no sabe de autorizaciones de residencia o de trabajo, ni de tarjetas blancas o rojas. Y hacía una clara referencia a las personas inmigrantes porque el mantra de la ultraderecha es no reconocerles como personas con derechos, llegando a considerarles personas ilegales sin dignidad. No hubo respuesta.

No esperaba menos. No se han humanizado. Se han empeñado en quitar todo lo que a dignidad se refiere en los Presupuestos. Muy llamativa su enmienda 1.168 en la que se suprime «trato humanizado»; y su enmienda 1.201, donde se suprime «trato dignificado y humanizado» de los pacientes. No me extraña, ya que estos representantes públicos se presentan como seres inhumanos, porque solo una persona sin humanidad suprimiría los tratos dignificados a nuestros pacientes, a los enfermos y enfermas que, hoy más que nunca, requieren de la atención de nuestra sanidad pública y universal de calidad.

Le he recordado al diputado de Vox que los enfermos y las enfermas son personas, seres humanos, no son cobayas para hacer experimentos, ensayos o pruebas. Los pacientes deben tener un trato digno, se debe respetar sus derechos y su dignidad. No son carne de cañón. Si les hiciéramos caso, las empresas farmacéuticas podrían hacer tratamientos experimentales con pacientes. Podrían maltratarles, podrían hacer todo lo que quisieran con las personas enfermas. Le he recordado que la dignidad de la persona es una característica distintiva de los seres humanos frente a otros seres vivos, es la que hace de la persona un fin en sí misma evitando que sea un medio para lograr otros fines.

En fin, desde mi grupo parlamentario Unides Podem votamos en contra a todas las enmiendas de la ultraderecha por monstruosas. Lo hacemos por la dignidad de los pacientes, de los enfermos y enfermas que merecen todo nuestro cuidado y nuestro respeto como seres humanos que son, como seres humanos que somos.

*Diputada de Unides Podem por Castelló en les Corts