En esta época del año todos nos tomamos un tiempo para reflexionar, para hacer balance, para reconocer nuestros errores y aprender de ellos. Bueno, todos, menos Pedro Sánchez . Este hombre está hecho de otra pasta, su desfachatez política ha llegado a unos extremos insoportables. En uno de los peores años de nuestra historia, en el que han muerto más de 70.000 personas, a él solo se le ocurre a la hora de hacer balance aprovechar la ocasión para lanzar otra campaña de autobombo. Que la propaganda sea lo único que le importa a este señor me avergüenza profundamente. Creo que todos echamos de menos un balance del año 2020 realista. Mientras la sociedad española ha demostrado estar a la altura afrontando la pandemia con responsabilidad, serenidad y valentía es una pena que esa altura de miras no se haya visto correspondidapor el Gobierno, que han sido y siguen siendo una pandilla de incompetentes.

De verdad, no sabría por dónde empezar. ¿Quizás por los expertos a dedo para ocultar sus mentiras y su arrogancia? ¿Por cómo ha intentado tapar sus errores en la pandemia con los éxitos de la investigación público-privada y las instituciones europeas? ¿Por su actuación sin equidad tanto en la gestión de fondos europeos como en el reparto de vacunas entre las comunidades? En el balance de la gestión de la izquierda en el 2020 hay que destacar la crisis económica, la depresión, el déficit, la deuda, el desempleo, el despilfarro, la desigualdad... ¡Ah, y cómo no, la subida de impuestos!

Han aprobado una ley educativa que hace de la mediocridad su pilar esencial: se podrá titular con suspensos, ninguneo al alumnado con necesidades especiales, una gran carga ideológica, eliminan la libertad de elección y se ataca al castellano para que sus socios catalanistas estén contentos. Han vendido a nuestros niños, su formación y sus expectativas de futuro a un puñado de independentistas que lo único que quieren es destruir nuestro país. ¡Es que aún no doy crédito! Ahora entiendo por qué Pedro Sánchez dijo aquello de que si gobernaba con Podemos no podría dormir por las noches… Qué lástima que no comentara ninguna de estas cuestiones en su balance.

En la Comunitat la gestión del Botànic no es mejor. Como dijo Isabel Bonig hace unos días, Puig no es un presidente agotado sino caducado, porque este gobierno no hace nada. Al Consell le falta pulso, músculo, y acción política. Solo hay mucho Ximo- anuncio , pero sin contenido. Menudo panorama… Listas de espera de sanidad interminables, seguimos esperando los Cercanías. ¡Y ya no se les oye reivindicar las ayudas al campo que prometieron, las inversiones en la costa o el cambio de modelo de financiación! Y esto es la punta del iceberg, porque también deberíamos hablar de los miles de valencianos que no van a acceder a la función pública por el requisito lingüístico, el incremento del desempleo o los dependientes que no cobran. Y a los botánicos , que tanto les gusta dar lecciones de honorabilidad, se les olvidan las veinte investigaciones abiertas por las empresas de los hermanos de Puig, por ayudas recibidas sin justificar, ¡por falsificar audiencias…! y aquí nadie asume responsabilidades. Cómo me sorprende la doble vara de medir de la izquierda, madre mía si esto hubiera pasado con un presidente del PP. El 2020 no ha sido un buen año, pero con todos estos gobernando me temo que el 2021 no será mejor, porque la propaganda no salvará vidas, ni la economía. Y no saben hacer otra cosa. H

*Portavoz de Educación del PP en Les Corts