Tengo que confesarlo: soy experta en hacer carajillos. Y de los buenos, esos con tres colores y con su punto exacto de azúcar. Pero que nadie crea que es un don natural, sino el resultado de muchas horas detrás de la barra de un bar de pueblo, de mi pueblo, de Vall d’Alba. Un bar que regentaban mis padres y que, durante muchos años, dio de comer a toda la familia.

Yo sé, por experiencia propia, lo mucho que cuesta sacar adelante un negocio de un sector tan exigente como el de la hostelería. Hay que trabajar mucho y muy duramente para mantener abierto un bar o un restaurante porque son muchos los factores que influyen para que una empresa, pequeña o grande, salga adelante. Y todos los días hay que empezar de cero y ganarse a la clientela. Para todos ellos va mi aplauso y mi respeto.

Me siento muy orgullosa de aquellos años ayudando a mis padres en el negocio familiar. Y me siento muy orgullosa de todos y cada uno de los valientes empresarios y, por supuesto de sus trabajadores; que cada día levantan, muy tempranito, la persiana de sus bares o restaurantes. Estoy con ellos, con los de Vall d’Alba y con los de toda la provincia de Castellón en su conjunto.

Por eso, el pasado jueves, me uní a una más que significativa representación de compañeros del PP. Estuvimos al lado del sector de la hostelería en su multitudinaria manifestación por las calles de Castellón porque consideramos totalmente desproporcionadas, y por lo tanto injustas, las medidas que el socialista Ximo Puig ha adoptado para, según él, poner freno al avance de una pandemia que, bajo su gestión, está absolutamente descontrolada.

Lo único que se le ocurre a Ximo Puig es cerrar a cal y canto todos los negocios de hostelería. Una medida que lleva a la ruina a numerosas familias, porque se trata de un sector que genera muchos puestos de trabajo directos e indirectos. Muchas personas que tienen que seguir comiendo, y que tienen que seguir pagando facturas e impuestos.

Nosotros, en el Ayuntamiento de Vall d’Alba, y como otros muchos pueblos de la provincia en los que gobierna el PP, hemos previsto una línea de ayudas directas de 1.000 euros por negocio. Un granito de arena a la espera de que la Generalitat valenciana y el Gobierno de España activen un dinero que, por ahora, solo es un anuncio. Un anuncio más… H

*Alcaldesa de Vall d’Alba y diputada provincial