Hace casi un año escribía en estas mismas líneas que, según un informe del Foro Económico Mundial, la igualdad de género podría tardar un siglo en conseguirse a nivel global. Es evidente que todavía queda mucho por hacer, pero puede que hoy estemos un paso más cerca de ese hito que entonces. Kamala Harris es desde hace unos días la vicepresidenta de Estados Unidos. La primera mujer que ocupa ese cargo, con todo lo que supone eso para las mujeres de todo el mundo.

En su discurso dijo que era la primera mujer en conseguirlo, pero no la última. Millones de jóvenes crecerán con ella como referente y lo vivirán como algo natural. Esto demuestra que la representación es importante: que una mujer ocupe el segundo puesto político de una gran potencia mundial abre las puertas a que en el futuro las mujeres podamos alcanzar cotas más altas.

Más allá del impacto político, el impacto social que ha supuesto su llegada a la vicepresidencia es notable. Para las niñas y para las jóvenes que en los próximos años tendrán en ella una referencia y también para los niños y los jóvenes que verán esta situación con normalidad. También cambian los roles hasta ahora establecidos con las primeras damas. Esta vez hay un segundo caballero y ya lo vimos ejercer como tal durante el acto de investidura.

Demasiadas veces las mujeres hemos tenido que hacer renuncias, empezando por la brecha salarial o por la dificultad que supone ascender en la vida profesional porque es incompatible con la familiar. Porque las mujeres son las que generalmente dejan un trabajo remunerado para cuidar a los hijos, a los mayores… En España esta situación se ha visto mejorada con la medida impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez para igualar el permiso de paternidad con el de maternidad.

Sé que son pequeños pasos, pero que poco a poco nos acercan a ese gran objetivo del que hablaba al principio. Hay que hacer que el siglo que nos separa de la igualdad de género se reduzca. Porque las mujeres no queremos ser más, pero tampoco menos. No podemos permitir que pasen 100 años para conseguir lo que es de justicia. Debemos seguir reivindicando y trabajando por nuestros derechos.

El feminismo es la base para lograr la igualdad real y efectiva. Vivimos en un momento en el que la ultraderecha, con la complicidad de las derechas, lo cuestiona. Por eso hoy quería hablar de lo que supone que una mujer abra el camino como lo ha hecho Kamala Harris. Aunque desde hace años en los pueblos es habitual tener alcaldesas, todavía queda mucho por recorrer. Y su ejemplo nos ayudará a reivindicar y afianzar el papel de las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad.

En este 2021 desde el Ayuntamiento de la Vall d’Uixó seguiremos apostando por las políticas de igualdad. La novedad que pondremos en marcha es el servicio de información y asesoramiento a las empresas para que creen planes de igualdad que recojan medidas para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres en el entorno laboral, tanto en trato como en oportunidades.

Más pequeños grandes pasos para de forma colaborativa mejorar nuestra sociedad y hacerla más igualitaria. H

*Alcaldesa de la Vall d’Uixó