Los hosteleros son más que hostelería, son familias, son trabajadores abnegados, la mayor parte autónomos y pequeños empresarios que emplean a miles de trabajadores, y con gran querencia hacia su profesión y su clientela. Siempre atendiéndonos con una sonrisa, en los buenos y en los malos momentos. Y en lo económico son los que se están llevando la peor parte de la pandemia. Por eso no merecen ser ninguneados ni criminalizados como están haciendo el Gobierno de España y la Generalitat.

Por una parte, el Gobierno de Sánchez ni está ni se le espera. Simplemente no ha tenido en consideración ayudar a la hostelería. Por otra parte, Ximo Puig anunciaba la semana pasada «ayudas», pero el anuncio es puro engaño. Primero porque la cuantía prevista es totalmente insuficiente, segundo porque involucra a diputaciones y ayuntamientos, lo que ralentizará la concesión de las ayudas, y tercero porque lo que se ha puesto en marcha son préstamos, no ayudas directas, que es lo que piden los hosteleros. Debería Puig copiar lo que hace Feijóo en Galicia, donde ya van por el segundo plan de rescate a la hotelería: ayudas directas de entre 2.700 y 9.000 euros.

A nivel nacional los senadores del PP seguiremos exigiendo al Gobierno que a 0 ingresos los impuestos sean también 0. Porque si se prohíbe ejercer una actividad, esa actividad no debe soportar la misma carga fiscal. El Gobierno tiene olvidado a la hostelería, que supone más del 6% del PIB nacional y genera miles de empleos. Por eso desde el PP seguiremos trabajando en defensa de un sector que en Castellón es de vital importancia. H

*Senadora del grupo parlamentario popular