CARTA AL DIRECTOR

Atodos nos hubiese gustado tener a una Angela Merkel en el gobierno. De formación científica, ejerció en el campo de la investigación hasta que se pasó a la política. Fue la primera mujer canciller alemana. La comparaban con la dama de hierro , Margaret Thatcher . La han llamado Mutti (traducido sería mamá) porque su propósito era Alemania. Dijo: «La política significa manejar lo que trae consigo la realidad de la mejor manera en beneficio del pueblo alemán, ese es el juramento que prestamos». Desde el comienzo de su mandato en el 2005 supo lidiar con problemas importantes, como la gran recesión del 2008, adoptando medidas de austeridad; tuvo un papel fundamental en el Tratado de Lisboa del 2009; junto a Francia venció las amenazas de disolución de la UE; se enfrentó a la gran ola migratoria del 2015 y Alemania ha sido uno de los principales países del continente en que la pandemia ha estado controlada. Los ciudadanos confiaron siempre en ella. El profesor Gay de Liébana la calificó así: «Es la voz de Europa, el líder que todos querríamos tener». H

Cristina Casals