El pasado domingo 21 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Se denuncia la existencia de un racismo sistémico que está enraizado en todas las estructuras de la sociedad y atenta claramente contra los derechos humanos.

El pasado fin de semana tuve la ocasión de participar en las jornadas antirracistas organizadas por el Área Estatal Antirracista de Podemos. Resultó bastante interesante interactuar en un espacio de diálogo, donde confluimos representantes públicos y responsables orgánicos de Podemos, para intentar diseñar juntos nuevas herramientas para hacer frente al racismo institucionalizado y a los discursos de odio de la extrema derecha, que como bien sabemos, ha logrado colarse en las instituciones. Y lo ha hecho con una forma poco democrática, lo vemos cada día en el Congreso de los Diputados, también en Les Corts, una forma que resulta poco constructiva y que promueve iniciativas y debates parlamentarios en un ambiente de crispación y de discursos de odio, muchas bases basado en un supremacismo cultural, étnico o racial. Además, promueve un significativo retroceso en derechos y libertades fundamentales.

En los tiempos que vivimos es muy importante y necesario empezar a trabajar para erradicar el racismo institucional, ese que se articula y desarrolla de modo sistemático a través de leyes o discursos, como también a través de representantes políticos o funcionarios, de algunos, no generalizo.

Para las personas que han vivido o tenido experiencias de racismo, ya sean episodios leves o violentos, algunos a nivel social otros a nivel institucional, muchas veces resulta incómodo hablar de esto, tal que no se atreven a denunciar. Pero en otras personas estas malas experiencias han despertado la necesidad de luchar. En las jornadas de este fin de semana coincidí con personas que se lo creen, que tienen claro que hay mucho por cambiar para erradicar el racismo y la xenofobia, que hay que luchar con voz propia para cambiar de paradigma. Las instituciones no pueden seguir monitorizando, por decirlo de algún modo, la vida de las personas migrantes o de las personas racializadas en pleno siglo XXI.

Unión Europea

Este asunto es tan real y tan evidente que la Unión Europea también ha puesto de manifiesto el racismo estructural en las instituciones de la UE. Es por esto que la Comisión va a realizar por primera vez una encuesta a sus 38.000 empleados para identificar las acciones de racismo institucional existentes. Es un nuevo rumbo el que empieza en la Unión Europea y que ojalá se traslade a todos los Estados que la conforman.

Desde mi grupo parlamentario Unides Podem hemos solicitado fondos europeos, dentro del marco del Plan de acción de la Unión Europea Antirracismo para 2020-2025, para ofrecer a todo el personal de la Generalitat valenciana, en especial al personal sanitario y administrativo de los servicios de urgencias, formación periódica sobre los prejuicios inconscientes, incluidos los relacionados con el origen racial y étnico y también en su interacción con otros motivos de discriminación.

Es necesario establecer un nuevo marco político y jurídico que garantice la igualdad de trato y la no discriminación, ha de ser la prioridad desde las instituciones.

Diputada de Unides Podem por Castellón en Les Corts