Hermanos: el Ministerio para la Transición Energética va a invertir más de 1.500 millones de euros para impulsar la tecnología del hidrógeno verde, con el objetivo de arrastrar una cifra similar por parte de proyectos empresariales y elevar la inversión hasta los 8.900 millones en el año 2030. Mucho dinero en inversiones que hay que empezar a pensar dónde ubicarlos.

El Hidrógeno Verde es una de las pocas alternativas para eliminar emisiones en la industria y en el transporte pesado en estos momentos. Especialmente porque esta fuente de energía tiene algo que las otras energías renovables no tienen: capacidad de almacenamiento.

Otra de las ventajas es que, aunque debe arder para producir energía, en vez de CO2 que emiten los combustibles fósiles, este combustible lanza a la atmósfera vapor de agua. El problema es que previamente hay que aislarlo y almacenarlo.

Central productora

Pero ¿qué es necesario para construir una central productora de hidrogeno verde? El proceso se limita al uso de agua y electricidad. El resultado es hidrógeno y vapor de agua. En el camino son necesarios electrolizadores para romper las moléculas de agua, por lo tanto, necesitamos un suelo (polígono industrial preferentemente) situado cerca del agua, situado cerca de fuentes de generación de energía eléctrica y cerca de la industria pesada.

Resulta que el agua desalada facilita enormemente la electrolisis. Por lo tanto, el agua de desaladora es mucho más efectiva. Y en Castellón tenemos dos: la de Moncofa y la de Oropesa.

Tenemos una industria potente necesitada de energía en el Polígono del Serrallo y en el cluster de la Cerámica. Y una central térmica de ciclo combinado. ¿Dónde pondrías tú una gran factoría de hidrógeno? Pues Verde y en Botella.

Urbanista