Esta tarde, a las 19.00 horas, Patricia Artero y Juan Bolea presentan su novela La noche azul en el centro cultural La bohemia de la capital.

El lugar elegido es maravilloso. Manu Vives lo gestiona con gran acierto. No en vano lo ha convertido en el centro cultural más importante de la ciudad, muy por delante de otras salas públicas y privadas.

A Juan Bolea le tengo un gran aprecio. Es un magnífico escritor que, además, ama esta tierra como si fuera la suya. Ha situado varias tramas novelescas en la provincia de Castellón, como vuelve a ser el caso, y lo ha hecho siempre con gran acierto, detalle y buen gusto. Leer a Bolea es como releer a los clásicos del género. Cada página suya huele a Chandler y Hammett, a Christie y Higsmith, a Camilleri y Greene.

A Patricia Artero le tengo un gran cariño. Se inició en esto de las letras con el colectivo 12 plumas negras. Escribió un primer relato entre lo criminal y lo taurino que nos puso la piel de gallina a muchos. A todos, más bien. En esta ocasión ha sumado su talento e inmensa fuerza vital a la pluma de Juan, creando un mundo tan real como misterioso. Ácido como el líquido sulfúrico, y dulce como la caricia de la brisa mediterránea.

Les recomiendo, queridos lectores, que no dejen de leer La noche azul, de Bolea y Artero. No se arrepentirán.

Escritor