Más allá es el lema oficial de España que aparece en nuestro escudo. Además, son unas líneas aéreas cuyas acciones son propiedad de, entre otros dudosos empresarios venezolanos, Rodolfo Reyes, Roberto Roselli y Raif El Arigie, vinculados a través de Ibrahim Issa con Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, la de las cuarenta maletas de Ábalos, y con Cintia Flores, esposa de Maduro. Otros son Fernando González y Silvio Martínez, que ya quebraron Air Madrid. Fundada en 2011, no ha tenido beneficios en ningún ejercicio, por lo que su mala economía no es por el covid.

De pequeño tamaño, tiene un avión viejo y apenas transportó pasajeros, sus operaciones en España son mínimas, el 0,03%. La SEPI (Sociedad Española de Participaciones Industriales), que lleva sin presidente año y medio -el anterior, Vicente Fernández, está imputado-, a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia Estratégica, que se supone que da apoyo financiero a empresas estratégicas solventes para salir de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, y con aprobación del Consejo de Ministros socialcomunista del martes 9 de marzo, les ha concedido un rescate por 53 millones de euros. A pesar de que no parece solvente ni estratégica, pero sí amigable. En eso se gastan nuestro dinero. Con la sorpresa y el escándalo del sector, donde auténticas empresas turísticas españolas y viables están en cola y no consiguen nada.

Cosas que pasan, mientras la gente muere y se arruina y la propaganda lo disimula todo. Entre otras cosas, esta sinvergüencería que tratan que pase desapercibida, pues para que se enteren. Increíble pero cierto.

Notario y doctor en Derecho