La situación anómala en la que nos encontramos en estos momentos presenta un buen cúmulo de incertezas para los distintos escenarios futuros. La única certidumbre reside en la inmunización de la población, para poder recuperar la normalidad; al menos, acercarnos a ella.

Es muy difícil hacer pronósticos, la información que llega desde la comunidad científica y desde las instituciones superiores nos debe facilitar trabajar con la vista puesta en el corto y medio plazo, pues solo trabajando con anticipación, vamos a ser capaces de minimizar los efectos de las crisis social y económica consecuentes de la inicial crisis sanitaria.

Además de la evidente preocupación por la gravísima pandemia y sus efectos sobre la salud de nuestros compatriotas, de nuestros vecinos; la inquietud por todas aquellas familias que, además de haber podido padecer de cerca la enfermedad, vayan a poder desarrollar severos problemas económicos es algo que, como es de suponer, me quita el sueño.

En este momento, como es lógico, nuestra principal prioridad es atender a quienes esta crisis ha dejado ya atrás, y seguiremos reforzando los Servicios Sociales, pero esto no va a ser suficiente.

Debemos estar preparados para afrontar una segunda campaña turística muy distinta para todos y asumir que las restricciones para el desarrollo de las actividades económicas vinculadas al sector van a verse fuertemente condicionadas por esta crisis sanitaria. Solo acelerar el proceso de vacunación que hay en la actualidad nos va a permitir enforcarnos con optimismo en el corto plazo.

Los viales no llegan, las fechas se retrasan y ni siquiera tenemos la certeza de que dentro de este mismo año vayamos a estar todos y todas vacunados.

Sin tirar la toalla

A pesar de ello, seguimos sin tirar la toalla y reclamando a las autoridades sanitarias los mismos esfuerzos que está haciendo la ciudadanía y el tejido empresarial de este país, para seguir adelante.

Este último año se ha hecho eterno y, para multitud de empresas del sector servicios, que han hecho esfuerzos descomunales para no desaparecer, es casi inevitable tener la sensación de que las autoridades no están realizando un esfuerzo homólogo.

Peñíscola está trabajando ya por seguir siendo un destino fiable, por garantizar a quienes trabajan en el sector su seguridad y a quienes nos elijan para sus vacaciones, su salud. Pero necesitamos que lleguen las vacunas.

Solo así lo vamos a conseguir.

Alcalde de Peñíscola