Opinión | A fondo
Menos propaganda y más vacunación
En el PP venimos pidiendo desde diciembre un plan, pero lo único que hay es improvisación
Las cifras de vacunas de Pedro Sánchez y Ximo Puig impedirán un verano con normalidad. Solo tres de cada diez ciudadanos estarán vacunados a mediados de junio pese a que en otoño del año pasado se nos dijo que en enero de 2021 empezaba la vacunación, luego en Semana Santa y después que en verano ya gozaríamos de inmunidad de rebaño. Anuncian grandes avances que nunca se cumplen, solo Ximoanuncios. Ahora ya posponen para finales de agosto la inmunización del 70% de la población. Vaya usted a saber. Como para fiarse. Lo peor es que, con el embuste de su propaganda que cada vez consigue engañar menos, se nos ofrecen como los grandes salvadores, los conseguidores de las vacunas, en lugar de esconderse y pedir disculpas por el esperpento.
El suministro de las vacunas mejora, efectivamente, sin que nada tenga que ver con su gestión. Pero para quienes nos han anunciado tres veces el principio del fin, su visión idealista de mundo feliz nada tiene que ver con la realidad. España es uno de los países más lentos en vacunación y la Comunitat Valenciana lo es particularmente, a la cola. Es una de las autonomías con peor porcentaje de dosis administradas por cada cien habitantes, el 17,29. Para intentar desviar la atención sobre su incapacidad, Puig se enzarza en cuestionar la legitimidad de las patentes de las vacunas como excusa mientras la Comunitat Valenciana lidera el número de personas fallecidas en 2021 con más del doble que la siguiente: 81 por cada 100.000 habitantes, cuando la media nacional es de 34. Lamentable.
En el PP venimos pidiendo desde diciembre un plan de vacunación concreto con un protocolo claro pero, cuatro meses después, comprobamos con tristeza cómo lo que hay es improvisación y falta de planificación, quizás más por incapacidad para gestionar que por mala fe. No hay un plan articulado pese a ser un asunto urgente y delicado. Hay oscurantismo, los centros de salud no saben qué va a ocurrir en las próximas semanas. El día que se cita a los docentes se les disuelve en mitad de la vacunación a golpe de megáfono; en Semana Santa se detiene el proceso; no se habilitan los medios necesarios para vacunar con rapidez y eficacia a toda la población, empezando por las franjas de edad que corren más riesgo; no sabemos nada de los 44.000 mayores de 80 años sin vacunar, o de la problemática en las residencias; el día que empieza la vacunación masiva en La Fe de Valencia se forman colas de tres horas al sol sin guardar la distancia de seguridad; altos cargos del Consell se saltan las normas que obligan a cumplir a los demás; la propia secretaria autonómica de Sanidad se salta el cierre perimetral para ir a un concierto; no conocemos los planes para inmunizarnos... Y así todo.
Es necesario concretar el periodo de vacunación, los grupos que afectará y el personal. Se anuncia la cuarta ola y hay que aumentar el número de asintomáticos cuanto antes. Si coincidiera esa ola con la vacunación y con los problemas de listas de espera, nos preguntamos qué hará Puig con la gestión de personal para no detraer personal de los hospitales para vacunar.
Nos jugamos mucho, no solo la salud sino también la economía. No se ha cumplido nada de lo que dijeron: ni hemos salido más fuertes, ni la economía mejora ni la situación sanitaria y social es positiva. Al contrario. Ni llegan las vacunas, ni las ayudas prometidas y cada vez se agudiza más la crisis social. A estas alturas hay que ser muy ingenuo o tener mucha fe para creer la palabra de Puig y Sánchez. Menos mentiras y más gestión.
Presidenta PPCV
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