Mañana se celebra el pleno ordinario de cada mes en el Ayuntamiento de Castellón. Estamos en plena pandemia, sin las vacunas suficientes, con vacunódromos que monta la Generalitat y cierra a las pocas horas por quedarse sin vacunas, con sectores muy fatigados por las duras restricciones y por no recibir prácticamente ninguna ayuda, con proyectos que lidera el tripartito muy alejados de las necesidades de la calle, que cada vez suma más protestas. En ese contexto, un pleno del ayuntamiento, como institución más cercana, debería ir cargado de temas sociales para no dejar caer a los autónomos, a la sociedad civil, a los pequeños comercios, hostelería y al ocio nocturno. Debería poner su foco en como aliviar esta situación a los castellonenses y en reclamar las vacunas que nos corresponden, pero ¿qué va a pasar mañana?

La realidad es que el pleno no lleva un sólo asunto ordinario, le echarán la culpa al ciberataque, aunque la realidad es que sólo ha sido una piedra en el camino. El tripartito municipal lleva meses sin llevar asuntos de calado al pleno, a punto de entrar en el mes de mayo aún no tenemos presupuestos de un gobierno que tiene mayoría, repitiendo el error que cometieron en 2020 cuando los presupuestos no entraron en vigor hasta septiembre. Mañana en el pleno sí que hablaremos de demandas vecinales, de las mesas que piden poner en la calle los bares y restaurantes de Campoamor, tal y como pudieron hacer otros hosteleros en otras zonas con el apoyo del PP. Se hablará sobre la paralización de la reforma unilateral de la avenida Lidón que cuenta con la oposición de vecinos y comerciantes. Hablaremos de las inundaciones de vecinos de la Marjalería que no pueden entrar en sus casas. Pero todos estos temas que sí preocupan a los castellonenses no los lidera un gobierno paralizado y alejado de los ciudadanos sino el Partido Popular desde la oposición.

Secr. Gen. y Portavoz adjunto PPCS