Una de las lecturas que se pueden extraer de las elecciones madrileñas es cómo un gran número de personas relacionadas laboralmente --o emocionalmente-- con la hostelería se han decantado por Ayuso, erigiéndose esta como la gran salvaguardia del sector terciario.

No obstante, detrás de esta gran campaña de márketing político y en base a datos objetivos, se pueden extraer otras conclusiones de la realidad sanitaria y de la realidad económica. En el primer caso, observando el histórico de datos, se puede concluir que la Comunitat Valenciana ha sido un ejemplo de responsabilidad manteniendo una de las incidencias de covid-19 más bajas en comparación con otras regiones. En el segundo caso, también podemos afirmar que ha sido la comunidad autónoma que más ayudas directas ha dado al sector hostelero.

De hecho, el gobierno municipal de Castelló hemos ido un paso más allá, ya que además de crear un paquete de ayudas directas en el que estaba incluido el sector de la hostelería de más de un millón de euros y colaborar con el plan Resistir, hemos apostado por suprimir las tasas municipales de terrazas durante 2020 y todo 2021. Además, durante el último año hemos ampliado aproximadamente 500 terrazas en la ciudad de Castelló a través de fórmulas como el cierre de determinados viales al tránsito en turnos de comidas y cenas, lo que nos ha permitido aumentar el espacio público en muchos lugares de la ciudad para colocar terrazas, lo cual ha supuesto un gran balón de oxígeno para muchos hosteleros.

En política, igual que en cualquier otro ámbito, es esencial investigar y contrastar datos. Especialmente si las palabras no van acompañadas de hechos. Lo más probable en estos casos es que cuanto más pegadizo sea un eslogan, más vacío esté de contenido.

Concejal de Movilidad Sostenible y Actividades en Castelló