Las obras de gran envergadura que afectan a toda la ciudad y que acaban influyendo en el día a día de los castellonenses deben nacer desde el consenso mayoritario, algo que echamos en falta los vecinos que formamos parte de la asociación La Plana en Trilles y los de la Asociación Rafalafena que, junto a otros particulares acudimos desde hace dos semanas a protestar con pitos y pancartas ante el Ayuntamiento donde tiene su despacho la alcaldesa y los miembros del equipo de gobierno municipal, que ni siquiera se han dignado a escucharnos.

Decimos No a la reforma de la Avenida de Lidón en los términos en que está planteada. No porque suprime un carril de entrada a la ciudad que utilizan muchos vecinos que nos desplazamos desde la Marjalería; No a eliminar una arteria de comunicación que nos conecta de manea directa y sin atascos con el resto de la ciudad; No a perder centenares de plazas de aparcamiento, a causa de la peatonalización en esta zona amplia y sin conflictos entre viandantes y coches; No a que la Avenida de Lidón deje de ser tal y como la conocemos ahora, una imagen icónica de nuestra ciudad desde hace años; No a echar a perder millones de euros donde no se necesita habiendo barrios de Castellón en pleno siglo XXI sin aceras, sin servicios básicos o con centro de salud cerrados a causa de la pandemia.

Salir con los pitos y las pancartas a la calle no es lo que nos gusta, pero es a lo que nos ha forzado este gobierno municipal que si algo ha demostrado es que poco le importa lo que opinemos los ciudadanos. Además de no escucharnos el gobierno municipal nos toma el pelo. Por mucho que la alcaldesa repita una y otra vez que el proyecto de reforma de la Avenida de Lidón recoge el 90% de las aportaciones vecinales, los vecinos, sabemos que no es así.

Los comercios, las farmacias, las peluquerías, los despachos profesionales, los establecimientos de todo tipo que atienden al público y muchos residentes lo confirman en un vídeo en el que argumentan los múltiples motivos de esta desacertada decisión. Si al Ayuntamiento le sobra el dinero y no sabe donde invertirlo, desde la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos COASVECA les podemos dar ideas, y no pocas, porque antes de meter las máquinas y levantar la avenida de Lidón, que está bien como está ahora y no conozco, ni sé de nadie que haya pedido remodelarla, el dinero estaría mejor invertido donde sí hay un clamor vecinal que espera que el Ayuntamiento se haga cargo de sus necesidades más urgentes, esas que como cualquier otro castellonense se merecen pero que por vivir en un barrio u otro no llegan nunca inversiones.

Los jueves de protesta y la próxima manifestación contra una reforma con la que no estamos de acuerdo no tienen otro objetivo que forzar a este gobierno municipal a que abra los ojos, que vea el rechazo de una mayoría social castellonenses que se opone a una obra que no hace falta, que nadie ha pedido, y que es todo un despropósito que se pretenda llevar a cabo en plena pandemia cuando en lo que están pensando ahora los castellonenses es en proteger su salud, llegar a fin de mes, hacer frente a los gastos y fijos y facturas mientras avanza la vacunación que nos hará salir de esta.

No estamos pensando en obras millonarias innecesarias que, por encima de todo, eliminarán un acceso de comunicación por cartera que vertebra la desatendida Marjalería con el centro, sin pensar en todos los que hacemos uso de esta arteria especialmente en verano y que es fundamental para aliviar la concentración de vehículos y, por tanto, de CO2 en otros accesos.

Alcaldesa, si no quiere cometer un atropello a la participación ciudadana, si de verdad respeta a los vecinos, pare este sinsentido que solo causa malestar y gran preocupación de los establecimientos comerciales de la zona por no poder mantenerse abiertos cuando empiecen las obras. Todos sabemos los inconvenientes que una calle cortada por obras genera, un daño irreparable para muchos pequeños comercios que si ya de por sí, lo tienen complicado, estando en pandemia, lo tienen todavía mucho peor, porque apenas llegarán clientes.

No a la reforma de la Avenida de Lidón, No a ignorar la opinión mayoritaria de vecinos que ya nos hemos pronunciado en contra. Los castellonenses necesitamos una gobierno municipal que sea útil y que no destroce lo que bien funciona.

Presidente Asociación de Vecinos Plana en Trilles