No está muy lejos en nuestro recuerdo el año 2019 cuando el barco Open Arms estuvo a la deriva y, finalmente, pudo hacer el desembarco en Lampedusa- Italia.

Ese mismo año también en agosto hubo más barcos con gente deambulando por los mares, pero fue significativo el Ocean Viking, de las oenegés Médicos sin Fronteras y Sos Méditerranée, porque transportaba 356 vidas dignas de seguir siendo vividas. Finalmente, el desembarco se realizó después de que el primer ministro maltés anunciara un acuerdo para su reubicación en seis estados de la Unión Europea. Siempre toca esperar, dar vueltas, esperar una respuesta coordinada de los estados europeos que quizás llegue tarde.

En el 2018 España dio ejemplo de solidaridad. La odisea del Aquarius y los 629 inmigrantes que rescataron sus tripulantes frente a las costas de Libia se cerró el 17 de junio, en el Puerto de Valencia. La Comunitat Valenciana demostró que es tierra de acogida.

El pasado año 23.000 migrantes llegaron a Canarias, frente a los 3.000 que llegaron en el 2019, según datos del Ministerio del Interior de España. 500 personas murieron en el intento. Un total de 40.555 personas han muerto en los cruces fronterizos hacia Europa desde 1993. Más de 20.000 muertes en el Mediterráneo se contabilizan desde el 2014. En el 2021, durante los cuatro primeros meses, han llegado a España por vía terrestre y marítima un total de 8.340 inmigrantes, de los cuales 4.411 lo hicieron a Canarias. También llegan, en muchos casos, niños y niñas. Son personas que se ven forzadas a dejar sus países de origen por diversas causas.

Desde Unides Podem somos conscientes que estas personas que se hacen a la mar en una frágil embarcación lo hacen sabiendo que es posible que no lleguen a destino. Somos conscientes que son personas que huyen de la pobreza, la violencia u otras circunstancias, como el cambio climático o la pandemia. Somos conscientes que se trata de migraciones forzadas. Personas que no tan solo son migrantes forzados los que vienen del norte de África o del África Subsahariana. También la población palestina que huye de la limpieza étnica. Los sirios, saharauis y latinoamericanas que ahora mismo llegan a Europa porque no pueden seguir viviendo en el lugar que les vio nacer.

El pasado 2020, en la Comunidad Valenciana, 9.060 personas solicitaron protección internacional. En Castellón fueron 900, en Valencia 6.925 y en Alicante 1.235 solicitantes. Son datos que nos proporciona CEAR-CV.

Creo que lo mediático del hecho de recibir a quienes arriesgan su vida en el mar en busca de refugio desdibuja la realidad de lo que significa el rescate y la acogida en sí. Acoger a las personas que logran sobrevivir dice mucho de nuestra democracia. Somos un país solidario y respetuoso de los derechos humanos, sigamos por esa senda, acallemos los discursos de odio que hacen ver a estas personas que llegan como si fueran el origen de todos los males.

Un aula didáctica sobre migraciones forzadas, como la que está implementando la Conselleria de Educación, es una buena herramienta para que nuestros niños y niñas conozcan y entiendan la realidad que viven las personas forzadas a migrar. Conocer para comprender.

Diputada autonómica de Unides Podem por Castellón