Desde el 2015 ostento la presidencia de la Mancomunidad del Alto Palancia con el apoyo unánime de todos los partidos y, desde entonces, hemos trabajado en lo realmente importante: en cómo ayudarnos entre los municipios que ya formábamos parte de la mancomunidad, y en cómo explicar al resto que, lo mejor, es estar unidos.

Por eso, durante estos años, bajo mi presidencia, hemos ido incorporando más pueblos. No me importaba qué partido ostentaba sus alcaldías, ni de los que se adherían ni de los que faltaban por adherirse. Como digo, lo importante es sumar para estar más cerca, ver las necesidades, mejorar, protegernos y tener mejores servicios. Y hacerlo juntos. Pues bien, así lo hemos hecho con la adhesión de Gaibiel, Matet, Barracas, Sacañet, Vall de Almonacid, Villanueva de Viver, Higueras, Pavías y Algimia de Almonacid. El resultado es positivo ya que el proyecto comarcal ha comenzado a andar. Así lo entendía. Hasta que llegó la política, la política mala, la que antepone un cargo por encima de servir a la ciudadanía.

Al adherirse más pueblos, la mayoría ya no era socialista, cosa que a nadie de la mancomunidad nos había importado nunca, puesto que nunca hemos hablado de ideología, sino de hacer avanzar el Alto Palancia, como es natural. Pero ahora es mayoría el Partido Popular, que ha corrido raudo y veloz para aprovecharse y cambiar la presidencia.

El lunes 28 de junio se celebrará el pleno solicitado por el grupo popular en el que se debatirá la moción de censura presentada contra mí. No han bastado los acuerdos por unanimidad ni las reuniones para establecer una nueva forma de cogobernanza para continuar con el proyecto. Solo la presión de otros organismos del PP ha sido suficiente para llevar a cabo lo único que les ha importado: un cambio en el color político de la presidencia. Porque para ellos, no se trata de servir, sino de servirse. Así lo han demostrado.

Presidente Mancomunidad del Alto Palancia y vicesecretario del PSPV-PSOE de la provincia de Castelló