Castelló ha vivido esta semana un hito histórico. El nuevo Plan General Estructural fue aprobado en pleno y, además, ya ha sido presentado ante la Comisión Territorial de Urbanismo de la Generalitat para su validación definitiva. En este sentido, Castelló se halla en el último paso de la tramitación del PGE que va a definir la clasificación y calificación del suelo, estableciendo el marco que regirá su desarrollo y sostenibilidad.

El lunes fue un día histórico tras una década de travesías judiciales y parálisis del ordenamiento urbanístico. Desde que se inició en 2008 el periplo en los tribunales, que acabó con una sentencia del Supremo ratificando la nulidad del PGOU en 2013, el gobierno municipal del PP no fue capaz de poner solución al problema que había creado. La inseguridad e inestabilidad urbanística de la ciudad, provocada por su desidia, ha sido un lastre para el desarrollo social y económico de Castelló.

Con el nuevo planeamiento, estamos ante un proyecto de ciudad, de futuro y de oportunidades que supera los límites de las siglas o los partidos políticos. Tal como declaré ante el pleno municipal, estamos ante el mayor reto de la legislatura: el de transformar la ciudad, mejorar la calidad de vida de los castellonenses y ofrecer una seguridad jurídica que genere oportunidades.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Castelló ostenta, desde el pasado martes, la presidencia de la Red de Cooperación Internacional de Desarrollo Local, de la Unión Iberoamericana Municipalista. Se trata de un reconocimiento para las políticas locales de impulso a la cooperación internacional, la lucha contra la pobreza y todas las desigualdades. Desde el 2015 hemos apostado por la reactivación de las acciones de cooperación y ayuda al desarrollo que estaban desmanteladas. Además contamos con el I Plan Municipal de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Solidaridad. Para Castelló es importante este posicionamiento internacional en un contexto global donde las estrategias de cooperación al desarrollo son prioritarias en las agendas de las administraciones municipales iberoamericanas.

Por último, el nombre de Castelló fue referente en el foro de Economía Circular de la FEMP, celebrado en Valladolid esta semana, al ser ejemplo para todo el país como ciudad en pleno proceso de transformación hacia un modelo urbano más respetuoso con el medio ambiente y sostenible. La Agenda Urbana es la hoja de ruta que integrará las políticas urbanas y las actuaciones necesarias para avanzar en esta transformación con parámetros de sostenibilidad social, ambiental y económica, y Castelló fue el primer municipio español seleccionado para desarrollarla.

Hoy, afortunadamente, tenemos una ciudad referente en distintos ámbitos: el urbanismo sostenible, la cooperación internacional, la gestión de fondos europeos… Frente al exceso de ruido de la derecha castellonense, los mensajes de humo y los muros que se levantan ante el entendimiento, el respeto y la concordia, la ciudad de Castelló se escribe hoy con nombre propio, recuperando el prestigio que se había diluido en tiempos de políticas bajo sospecha.

Alcaldesa de Castelló