El 11 de julio de 1987 el número de personas que vivían en la tierra superó por primera vez la marca de los cinco mil millones. Desde entonces, esta fecha ha sido considerada el aniversario de la población mundial. Pero fue en 1968 cuando los líderes mundiales proclamaron que las personas tienen el derecho humano básico de determinar libre y responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos. Más de 50 años después, los métodos anticonceptivos modernos permanecen inasequibles para cientos de millones de mujeres y hombres. Pero también se ha hecho uso de métodos violentos para frenar los nacimientos.

La tasa de crecimiento anual de la población mundial es cercana a 83 millones de personas. Actualmente existen 7.840 millones de habitantes en el mundo y se espera que para el 2030 sobrepase la cifra de los 8.600 millones, aunque existe incertidumbre en los pronósticos. La movilidad humana -migraciones y refugio- puede cambiar la población de los países y la tasa de natalidad y la mortalidad también pueden verse influenciadas por determinados eventos en los próximos años.

El cambio climático, las guerras y las pandemias, pero también la educación, el urbanismo y la igualdad son cuestiones que tendrán un impacto significativo en el número de la población mundial.

Entre esos factores, es importante que desde las instituciones demos prioridad a la igualdad de mujeres y hombres. Debe promoverse aún más la participación de las mujeres en la vida social, económica, cultural y política. Muchas mujeres y niñas aún se quedan atrás en lo que respecta a las oportunidades educativas. Pero también hemos de priorizar los derechos en materia de salud sexual y reproductiva, especialmente de las mujeres y las niñas adolescentes. Nadie puede ni debe decidir por ellas, porque su derecho a la autonomía corporal significa que son sujetos de derecho con la capacidad de tomar decisiones sin temor a cualquier tipo de violencia.

Este momento permite recordar a las mujeres peruanas que en la década de los noventa fueron sometidas contra su voluntad a prácticas de esterilización forzada, como supuesta solución a la situación de pobreza extrema en Perú. Se esterilizaba en la mayoría de los casos a las mujeres indígenas, quechua hablantes, mujeres campesinas, sometidas al polémico programa de control de la natalidad durante el gobierno de Alberto Fujimori, hoy preso. Se calcula que en esa década más de 300.000 mujeres fueron víctimas dentro del plan Programa nacional de salud reproductiva y planificación familiar, cuyo objetivo era disminuir el número de nacimientos en las zonas más pobres y vulnerables de Perú. Cinco mujeres perdieron la vida a consecuencia de dichas prácticas.

Desde Les Corts condenamos las prácticas de esterilización forzada del gobierno de Fujimori por entenderlas como prácticas machistas, racistas y clasistas, contrarias a los derechos humanos de las mujeres. Como diputada de Unides Podem, mi compromiso de trabajo con el objetivo de lograr justicia, verdad y reparación para las mujeres peruanas víctimas de esterilizaciones forzadas.

Diputada Unides Podem por Castellón en Les Corts