Consumida más de media legislatura, el president Puig sigue abrazado a la idea de buscar culpables fuera de su gestión y su gobierno, como si los problemas fueran causa de otros y los éxitos solo suyos. Cuando digo suyos, me refiero a él, a su persona, en un tic personalista muy propio de su tiempo.

Lo cierto es que consumidos 6 años al frente de la Generalitat el balance es sencillamente gráfico en cuanto a los datos. Puig dispone del Consell con más integrantes, con más cargos y asesores de la reciente historia de la Comunitat, y frente a eso lleva endeudando a la misma en más de 11.000 millones de euros, para haber construido la friolera de una decena de colegios, ningún hospital, y la cifra más trágica de nuestra historia reciente: récord en pobreza.

Con Puig como presidente han subido los impuestos, ha aumentado la deuda, y en la Comunitat hay más pobres que nunca, unido al incesante goteo de fallecidos por el covid. El hecho de subir impuestos, ha aumentado la renta, patrimonio, sucesiones y actos jurídicos, ha supuesto sacar de los bolsillos de los valencianos más de 3.000 millones que el ultimo gobierno del PP en la Comunitat, y todo para aumentar los consellers, los altos cargos, los asesores, y un sector público en más de 1.000 millones de euros. Cuando un socialista dice aquello de que «nadie se quede atrás», se refiere a ellos, a los suyos, no al ciudadano de a pie.

Frente al infierno fiscal, está el récord en pobreza que hoy presenta la Comunitat. Nunca un gobierno hizo tan poco por las personas y creó tanta pobreza a pesar de aumentar impuestos.

Si esos datos no resumen por sí mismos la filosofía socialista, subir impuestos para generar pobreza, hay otros datos que solo pueden calificar la gestión de Puig como caótica y lamentable.

El sistema de financiación socialista, del que hoy amargamente se lamenta Puig, después de que los socialistas lo votaran a favor, sin el apoyo del PP, hoy, otorga a la Comunitat 3.300 millones más que en 2015 con el Gobierno de Alberto Fabra. Dicho de otra forma, hoy Puig entre impuestos y financiación, tiene más de 6.300 millones que el último gobierno del PP. Y, ¿Qué ha hecho? ¿Colegios? No. ¿Hospitales? No. ¿Centros de Salud? No. Mientras con gobiernos del PP cada semana de los últimos años se inauguraba un colegio, cada mes un centro de salud y cada año un hospital, con Puig la cifra es tan ridícula que con dos cifras se resume, y eso con 6.300 millones más en impuestos y financiación. Pero, el ansia le ha llevado, además, a endeudarnos 11.000 millones, sencillamente para engordar las empresas publicas con más cargos, aumentar su gobierno y tener más enchufados. Sencillamente lamentable.

Cuando todo eso se descubre, Puig, un viejo político que se conoce los pormenores sociológicos, necesita crear un culpable. ¿Quién es el culpable de que Puig suba los impuestos, aumente la deuda, y haya récord de pobreza en la Comunitat? Para cualquier mortal el gobierno de Puig. Sin embargo, su falsa modestia, y sobre todo su estrategia, le hacen generar en el imaginario colectivo que la culpa la tiene Madrid. No el Gobierno de España, Madrid Comunidad. Y, ¿cómo es posible eso? Pues muy sencillo. Puig es incapaz de enfrentarse a Sánchez, quien ningunea a la Comunitat cada día que puede, y necesita enfrentarse a un gobierno de signo contrario, así que la Comunidad de Madrid es el escenario ideal.

Puig debe de creer que los valencianos nos creemos sus cuentos o nos chupamos el dedo. Que la Comunitat tenga récord de deuda, récord de impuestos altos, y récord de pobreza, solo se debe a una persona: Ximo Puig. Así president, no busque más culpables, usted también reúne ese honor.

Diputado del PPCV en Les Corts