El año 2021 ha perpetuado un giro en las relaciones sociales, marcado por la restricción de la presencialidad a la que todos estábamos acostumbrados. Una anomalía, ya devenida en lo cotidiano, que ha reforzado el espacio virtual como teatro de operaciones para el diálogo y la reflexión. Bajo esta coyuntura, desde Ilêwasi, en coordinación con la Alianza Iberoamericana por la Paz y la Universitat Jaume I, hemos llevado a cabo el I Congreso del Foro Iberoamericano por la Paz, desarrollado de forma online, con sede en Castelló de la Plana, durante los días 23, 24 y 25 de junio de 2021. Se trató de un encuentro que entrelazó las dos orillas del Atlántico bajo las devisas de paz, derechos humanos y desarme en la región.

Desde el Paseo de Morella, Ilêwasi, una asociación comprometida con la Agenda 2030, ha trabajado en pos de la defensa de los derechos humanos y la paz, a través de la riqueza que provee la interculturalidad; una cualidad que no solo ha distinguido la diversidad de su equipo, sino también las acciones llevadas a cabo por la propia entidad. Del mismo modo, figura en el registro de asociaciones de la Universitat Jaume I, un centro que siempre ha apostado por la internacionalización como misión y valor del reconocimiento de la diversidad. Ilêwasi mantiene una activa colaboración con la casa de altos estudios castellonense a través del programa UJI Voluntària, la Oficina de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad (OCDS) y el área de dinamización del estudiantado y apoyo a las asociaciones. Esta labor constante le ha valido la Distinción extraordinaria al compromiso social otorgada en el presente año, bajo el marco de las celebraciones por el 30 Aniversario de la propia universidad.

Conjuntamente, Ilêwasi participa en la Alianza Iberoamericana por la Paz, una coalición de la sociedad civil promotora de la construcción de paz, los derechos humanos y el desarme en la región de Iberoamérica. Fue esta comunión de intereses el espacio que propició que las tres entidades aunaran sus esfuerzos con el objetivo de propiciar un espacio de reflexión e intercambio que, a su vez, fomentara la sensibilización, la creación de redes de acción, el análisis del trabajo realizado y las nuevas direcciones a seguir en cuestiones de construcción de cultura(s) de paz y derechos humanos en el espacio iberoamericano.

Las sesiones del congreso constituyeron días de intenso trabajo e intercambio que propiciaron reflexiones desde la academia, las organizaciones sociales y la sociedad civil en su conjunto, sobre diversos temas. Entre ellos, se subrayó la importancia de favorecer las políticas públicas que potencien la educación para la paz, así como el rol de las y los jóvenes como agentes de paz. También se presentaron interesantes estudios de caso sobre métodos e iniciativas que promueven la mediación y los métodos no violentos de resolución de conflictos en Colombia, Chile, México y Brasil, la defensa de derechos y resistencia(s) de los afrodescendientes, las comunidades originarias y las mujeres, el desplazamiento y/o migración de jóvenes a consecuencia de conflictos armados, así como los procesos de paz y desarme que ha vivido la región.

Con más de un centenar de inscritos, de los cuales más de la mitad fueron mujeres, así como una significativa participación de jóvenes, dato que ha puesto en valor el interés de las nuevas generaciones y las féminas por las temáticas de construcción de cultura(s) de paz y derechos humanos, el encuentro contó con la participación de representantes de una mayoría de países de la región iberoamericana. Entre ellos se pueden citar a Argentina, Brasil, Guatemala, España, Bolivia, Chile, México, Venezuela, Perú, Nicaragua, Ecuador, Uruguay, Cuba, República Dominicana, Colombia y Honduras, a los que se sumaron otras naciones como Italia, Haití, Estados Unidos, Líbano y Rumanía. Del mismo modo, se apreció una significativa participación de personas provenientes de centros de estudios y universidades del espacio iberoamericano, así como de asociaciones y organismos regionales e internacionales vinculados a la promoción y defensa de los derechos humanos y la construcción de culturas de paz.

Para llevar a cabo un evento de esta envergadura, y en las condiciones actuales, tuvimos que hacer frente a varios retos relacionados con las características de las sesiones virtuales. Entre ellos se trabajó por vencer el desafío tecnológico que presentaba cubrir todas las necesidades de las diferentes actividades diseñadas para las tres jornadas. Se realizaron conferencias magistrales, mesas redondas, conversatorios y se potenció el trabajo en equipo a través de sesiones de grupo, todo ello con el objetivo de fomentar la participación de los asistentes y favorecer el intercambio crítico, deshaciendo las barreras de la lejanía geográfica.

Como colofón del encuentro, se elaboró la Declaración de Castellón por la Paz, un momento muy emotivo y significativo donde los participantes pasaron de la valoración pasiva de los acontecimientos a la acción transformadora, esbozando un camino a seguir y a perfeccionar por todos los comprometidos con la cultura(s) de paz y los derechos humanos. El texto recoge la voz de los presentes, cuyo trabajo conjunto dio luz a dicho pronunciamiento y cada aseveración fue leída por sus propios hacedores, cual coro de voces unidas por el universal y tan necesario canto a la paz y la defensa de los derechos, una premisa que siempre ha constituido un pilar medular para Ilêwasi y la UJI, cuyo compromiso ratifican cada día.

Técnico de proyectos Ilêwasi