Amparo Marco lo ha vuelto a hacer. Incumplir lo que promete. Hace una semana, la alcaldesa de Castellón prometía a las trabajadoras del Servicio de Asistencia a Domicilio (SAD), es decir, las profesionales que atienden a las personas dependientes y vulnerables, que activaría todos los mecanismos para pagar la deuda de más de 800.000 euros que el equipo de gobierno de PSOE, Compromís y Podemos tiene contraída con la empresa concesionaria desde hace siete meses. Pero no, ha terminado julio, el tripartito se va de vacaciones, y la deuda sigue sin saldarse, dejando en la estacada a 56 familias y a 209 dependientes, que el día 5 se quedarán desatendidos por la huelga que las trabajadoras han convocado para reclamar sus derechos.

No es el único caso. La falta de gestión del equipo de gobierno hace que ahora mismo en la ciudad, la alcaldesa de Castellón tenga una deuda pendiente de más de 5 millones de euros. Empresas que sí trabajan, que sí atienden el encargo de Amparo Marco, pero que luego no reciben la necesaria recompensa a su esfuerzo. Esta es la sensibilidad. El Ayuntamiento cerrado, bien cerrado, de vacaciones, y quien no haya cobrado, pues que se busque la vida.

Hasta 16 grandes contratos están caducados, y por ello, las empresas no pueden cobrar, y con ellas, sus cientos de trabajadores.

El equipo de gobierno municipal está asfixiando a las pymes y familias de esta ciudad. Ni están llegando las ayudas, ni están rescatando personas ni está cumpliendo con sus obligaciones. Y esto es así porque están más pendientes de derribar cruces, de borrar murales de Ripollés, de instalar cámaras de vídeo en las calles… que de atender los problemas. Cuestión de prioridades.

Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón