Hace unos días, el 29 de julio, la Asociación Valenciana de Agricultores manifestaba, tras la reunión con representantes del Ministerio y de la Conselleria, su «decepción» por «medidas totalmente insuficientes para combatir la plaga del del Delottococcus aberiae (cotonet) que asola a la citricultura valenciana». El sindicato agrario califica de «fracaso» el plan puesto en marcha por las administraciones autonómicas que han impuesto la prohibición de la autorización del Metil Clorpirifos mientras recomiendan alternativas que están siendo igual de caras de ineficaces.

Una vez más los gobiernos radicales aplican el rodillo ideológico, ahora contra los citricultores de la Plana. Consideran que el uso de esta materia activa debe prohibirse (aunque con una correcta aplicación está demostrado que no deja residuo) y lo prohíben, sin importarles que están provocando la ruina de centenares de citricultores y miles de pérdidas de jornales. Esta intransigencia, esta falta de sensibilidad, es tal que incluso una temporada después y siendo evidente el catastrófico efecto de su decisión continúan reafirmándose en la misma.

El Cotonet de les Valls ha encontrado aliados perfectos para su expansión, la Consellera de Compromís responsable de Agricultura, Mireia Mollà, y el ministro del Gobierno socialista de España, Luis Planas, y todo esto ante la pasividad del presidente de los valencianos, Ximo Puig. El tripartido está demostrando ser un pacto en el cual hace tiempo dejaron de primar las personas, sustituidas por las necesidades de los partidos, todo ello consentido por el Excelentísim President. La política lo primero, los partidos después y lo último, las personas.

La nefasta gestión de Compromís en el asunto Cotonet de les Valls, está siendo respaldada por el PSPV (y por extensión PSOE), sabedores de que el partido que más se va a desgastar es el titular de la Conselleria de Agricultura, Compromís, que es su principal rival en el ámbito de la izquierda valenciana. Si para ello es necesario el sacrificio de algunos centenares de citricultores en la Plana, el PSPV está dispuesto a ello, porque recordemos, sus prioridades han pasado a ser, la política lo primero, los partidos después y lo último, las personas.

Por todo ello, al Cotonet de les Valls deberíamos empezar a llamarle el Cotonot de Morella. Porque de cotonet ya tiene poco y el origen del problema ya no está en les Valls, sino en Morella.

Vicesecretario PPCS