Creo firmemente que el papel de una alcaldesa debe ser hacer mucho y hablar más bien poco. Los vecinos nos valoran por lo que hacemos, no por lo que decimos que vamos a hacer o las medallas que algunos se obsequian por lo que han hecho. Lo que importa es la gestión diaria, mejorar con nuestros actos la vida de los vecinos de Oropesa del Mar, y luego el tiempo político ya colocará a cada responsable político en el lugar que le toque. No es buena idea forzar las cosas y estar en permanente campaña para la reelección, yo prefiero hacer la campaña cada cuatro años y transformar mi pueblo cada día. Esa es mi opinión, aunque a diario vea políticos que se preocupan más del titular que de trabajar. Y no creo que nos eligiesen para eso, sinceramente. Más bien todo lo contrario.

Esto es aplicable a cualquier apartado de la vida o disciplina. Por ejemplo, los festivales musicales que tanto han aportado para desestacionalizar la oferta turística de la provincia de Castellón. Pero como sucede en la política, hay festivales que aportan mucho y otros que dicen que aportan. Si hay un evento cultural que, a lo largo de los años, ha demostrado que lo suyo es trabajar mucho y vanagloriarse poco, es el Festival Internacional de Música Orfim. Una cita que alcanza su decimoctava edición y que ofrece, a lo largo de la primera quincena del mes de agosto, un variado programa a todos los amantes de la música clásica. Este año serán cinco las actuaciones pero, echando la vista atrás, encontramos la presencia de artistas e intérpretes de primer nivel nacional e internacional. Un ejemplo a seguir y reivindicar. De éxito y de humildad, dos cualidades cada vez más difíciles de encontrar entre tanto ruido político.

Este año, además, el Orfim ha querido que la edición de 2021 centre sus contenidos en el apoyo a los intérpretes españoles. Un nuevo acierto. La cultura en nuestro país y sus músicos han sufrido de forma especial la cancelación de conciertos. Devolverles en pleno mes de agosto un poquito de lo que les han quitado durante año y medio es un acto de justicia. Y eso también debe formar parte del decálogo de cualquier político. Al menos, del mío.

Alcaldesa de Oropesa