La alcaldesa de Benicarló ha convertido a nuestro municipio en el primero de la Comunidad en esconder facturas en el cajón. Lo ha dicho el Tribunal de Cuentas en su informe de 2018, que advierte de la desastrosa gestión de la socialista Xaro Miralles después de que durante años el PP advirtiera de la mala gestión pública.

Las reglas básicas de cualquier economía familiar que evitan gastar si no tienes y te invitan a planificar las obligaciones del año para evitar sustos, parecen desconocidas para Miralles, prefiere maquillar con sonrisas un desgobierno que lastra las oportunidades de nuestra localidad.

Hoy, su falta de planificación y desdén hacia la transparencia han llevado a Benicarló a liderar el ranking de la opacidad. En un año, el PSOE ha generado a nuestra ciudad una deuda de 823.000 euros por una falta de gestión que provoca subidas de impuestos que no se compensan con mejoras en servicios. Y el mejor ejemplo es el contrato de limpieza. Expirado hace años, Miralles paga a dedo lo que necesita pese a que su mala praxis se convierta en merma de servicios. Sin hoja de ruta y sin objetivos, la alcaldesa ha cerrado la piscina climatizada que tras más de un año sigue sin fecha para su reapertura. El colapso del bulevar ha provocado quejas y protestas, a la espera de repuesta, por un proyecto que estrangula al municipio y su economía. Y los pagos a dedo disparados, con más de 3 millones de euros anuales, es un suma que hoy todavía sigue.

Pero sonrían. Como hace Xaro Miralles. Porque nada importa para una alcaldesa que no tiene fondos para ayudar a quien lo necesita pero sí para subir el sueldo a los suyos. Ese que pagamos de nuestros bolsillos para que la alcaldesa de Benicarló siga escondiendo facturas en el cajón.

Presidente del PP de Benicarló