La provincia de Castellón puede estar orgullosa del trabajo de todos y todas las profesionales que integran el Consorcio Provincial de Bomberos, un ejemplo sin duda a nivel nacional que hace que podamos hablar de uno de los colectivos de más prestigio del país. Así ha quedado demostrado en los últimos incendios que ha sufrido la provincia, como el que afectó por un lado a Azuébar, Soneja y Almedíjar y, por otro, a Sueras. La capacidad de reacción y trabajo de sus profesionales, respaldado por la excelente coordinación con el servicio de Emergencias de la Generalitat, reflejan que estamos en buenas manos.
Pero el fuego, recordémoslo, es una amenaza constante y hay componentes que hacen que su extinción pueda ser extremadamente complicada. Ahí tenemos el ejemplo de Ávila, con más de 22.000 hectáreas arrasadas. Todos y todas debemos ser conscientes de que nunca hay que bajar la guardia, de ahí que sea clave la unidad para hacer de los incendios un objetivo prioritario.
Sorprende por ello, o quizás no tanto, la bipolaridad del principal partido en la oposición, que por un lado ensalza el trabajo que se desarrolla y, por otro, siembra dudas sobre la gestión en torno a la extinción. El fuego no debería tener color político, pero algunos se empeñan en lo contrario. Es lamentable la capacidad que tienen de hacer de los incendios un campo de batalla política, poniendo en tela de juicio las actuaciones de los expertos en la materia y siempre queriendo dar la sensación de que se toman decisiones arbitrarias. Y resulta paradójico que esto surja precisamente de los reyes de la arbitrariedad y de la mala gestión.
Afortunadamente para la provincia, en mayo del 2019 las urnas dejaron un gobierno de progreso en la Diputación, que se había convertido en el chiringuito del PP dos largas décadas. Pero no hablemos del pasado, sino del presente y del futuro, porque el Consorcio Provincial de Bomberos está en estos dos años dando pasos firmes hacia su modernización y el refuerzo de su plantilla. Y no lo digo yo, sino los datos, pues para este mismo año disponemos del mayor presupuesto de la historia del organismo autónomo, con más de 20,4 millones de euros que, entre otras cuestiones, nos va a permitir ampliar la plantilla, seguir renovando los medios materiales y avanzar en la modernización de nuestros parques.
La mayor oferta de empleo público
El pasado mes de junio la Asamblea General del Consorcio Provincial de Bomberos ratificó por amplia mayoría la mayor oferta de empleo público de los últimos años, con 17 plazas de bomberos y 7 de cabos, y eso gracias al trabajo que se ha desarrollado para mejorar la convocatoria que puso en marcha el anterior equipo de gobierno, que solo abrió el procedimiento para cuatro plazas en total. Hemos demostrado que haciendo las cosas bien, y conociendo de verdad las necesidades de la plantilla, se puede mejorar la situación del Consorcio. Además, se dispondrá de una bolsa de empleo de 32 personas y, por supuesto, vamos a seguir trabajando para abrir a corto plazo un nuevo procedimiento, porque somos conscientes de que hay que seguir apostando por la estabilidad laboral.
Y junto a ello, la próxima finalización del parque de emergencia de l’Alcora, que lo dejó pendiente la anterior corporación; la futura construcción del nuevo parque de bomberos de Oropesa, con una inversión de 2 millones de euros; la renovación del vestuario o la continua compra de medios materiales para todos los parques.
Podremos decirlo más alto pero no más claro. No podemos más que aplaudir la absoluta dedicación de todo nuestro personal tanto profesional como voluntario, capaces de dar respuesta ante cualquier emergencia, como en esta época de pandemia en la que se han volcado para ayudar en temas sociales o sanitarios. Gracias por tanto.
Diputado provincial de Bomberos
