En muchas ocasiones he comparado al Gobierno de Pedro Sánchez con un chiste de Gila: «¿Está la guerra? ¡Qué se ponga!». Pero, claro, Gila era un genio y Pedro Sánchez no tiene gracia. Ni pizca de gracia.

Y es que en cada una de las ocurrencias de Pedro Sánchez y su equipo de ministros, directores generales, asesores y coleguitas, todos ellos muy bien colocados y remunerados, se le va la salud a este país nuestro. A borbotones. Como una herida que parece imposible de cerrar. Y es que los españoles tenemos cada vez los bolsillos más vacíos y, lo que es peor, estamos perdiendo los nervios, porque todo tiene un límite. Y Pedro Sánchez y el PSOE han rebasado todas las líneas rojas habidas y por haber.

Decían que habían llegado al poder «para salvar a las personas» y resulta que los españoles estamos, ahora, más asfixiados que nunca por la ineptitud de un Gobierno, el del PSOE con Podemos y los separatistas, que solo ha dado pruebas de su total incapacidad, ya no para gestionar una pandemia, sino también la vida social y, sobre todo, económica, porque a nadie se le escapa la creciente cifra de desempleados en nuestra provincia y en el resto del país.

Ahora resulta que lo progresista es asfixiar la economía de las familias. Eso es lo realmente progresista y solidario… ¿No me digan que no es un chiste malo? Tan surrealista como penoso. Porque no hay derecho a que los españoles, tanto los que tienen grandes fortunas como los mileuristas, estemos pagando la factura energética más cara de Europa. Y solo ellos son los responsables de esta situación que escandaliza a todos. La subida de la electricidad está consiguiendo que muchas familias no puedan llegar a fin de mes y que la llamada pobreza energética se instale en más hogares. Pero es que ese drama también llega a los pequeños empresarios y autónomos que no pueden mantener sus negocios abiertos porque el precio de la luz no se lo permite.

Eso sí, el que se lleva la mejor parte del pastel es el Estado. La recaudación de impuestos por la subida del precio de la electricidad ha aumentado en 3.500 millones de euros, de los que más de 100 salen de los bolsillos de los castellonenses. «¿Está Pedro Sánchez? ¡Pues que se vaya!».

Alcalde de Sant Joan de Moró y diputado provincial