Como un mal estudiante que se niega al fin de las vacaciones, el Gobierno inicia el curso político con los deberes sin hacer y con muchos suspensos a sus espaldas. Un Gobierno, que a pesar de ser el más numeroso de la historia, se presenta ante los ciudadanos como el más vago e ineficaz para solucionar sus problemas.

Comprobamos como las inquietudes de los habitantes de nuestra provincia continúan sin remediarse y van en aumento con el paso del tiempo. La regeneración de la costa sigue alargándose con todo lo que supone. Proyecto de regeneración que urge de actuaciones simultáneas en todos los municipios afectados y no de medidas aisladas que puedan provocar daños mayores. Por otro lado, múltiples vecinos no pueden vivir siempre bajo la amenaza del derribo de sus viviendas centenarias que van desde Cabanes hasta Almenara.

Solución a esta cuestión que ha sido presentada ya por el Partido Popular de Castellón a través de una iniciativa legislativa en el Senado y que necesita del respaldo de aquellos que en Madrid hacen lo contrario de lo que predican aquí en Castellón.

Si hablamos de agricultura, el despropósito alcanza máximos inimaginables. En este ámbito el suspenso puede ser compartido entre el Gobierno de España y la Generalitat valenciana. Es decir, PSOE y Compromís son responsables a partes iguales del abandono y castigo que están recibiendo nuestros agricultores. El cotonet campa a sus anchas por la Plana sin que ninguna de las dos administraciones pretenda ponerle freno con la única herramienta útil que existe a día de hoy. Pero además niegan cualquier tipo de ayuda económica a aquellos propietarios que al no permitirles el uso del metil-clorpirifos durante las semanas de floración ven como sus cosechas quedan inservibles para su comercialización.

Suspenso sonoro en infraestructuras terrestres y ferrocarril. Las carreteras que vertebrarían toda la provincia y aumentarían las posibilidades de crecimiento de riqueza y empleo, básicamente en el interior, están olvidadas para este Gobierno y ni siquiera se aceptaron las enmiendas que el Partido Popular presentó al respecto en los presupuestos generales del Estado.

Tanto las cercanías como la alta velocidad se encuentran todavía con las frecuencias recortadas como consecuencia de la pandemia y ni siquiera se han planteado volver a su normalidad, aunque el número de pasajeros haya vuelto a sus niveles anteriores, siendo los estudiantes universitarios y trabajadores que se desplazan a diario los principales perjudicados. Eso si no contamos con el turismo del centro de la península que utiliza el AVE para disfrutar de nuestra costa durante el período estival.

En definitiva, empleando vocabulario coloquial, nos encontramos ante un Gobierno pasota, que se despreocupa de todo lo que le rodea y deja el futuro de los ciudadanos al albur de los vientos. Pero, ¿nos va a sorprender a estas alturas que un Gobierno que pretende el aprobado general para todos los alumnos españoles tenga interés en sacar buena nota? Claramente no, pero lo peor es que los damnificados continuaremos siendo una y otra vez los mismos de siempre.

Diputado del PP en el Congreso