El 8 de septiembre es la vuelta al cole. Y los estudiantes de la ciudad de Castellón lo harán, una vez más, sin las prometidas infraestructuras educativas. Seis años después, ni una sola de las promesas que en su día hizo el vigente gobierno de PSOE, Compromís y Podemos se ha cumplido. Ni una sola. Ni fechas, ni inversiones, ni centros. Nada de nada.

Ni un solo nuevo colegio. El publicitado plan Edificant en la ciudad está por estrenar. En seis años, la alcaldesa Amparo Marco no ha puesto ni el primer ladrillo de ninguno de los cuatro centros educativos cuya renovación calificaron de preferente y ejecución inminente. Solo están los barracones para los 700 estudiantes que deben acudir a los colegios Herrero y del Vicent Marçá. Demasiado ruido para tan pocas nueces.

La izquierda al frente del Ayuntamiento de Castellón prometió que iba a trabajar por dignificar y mejorar las infraestructuras educativas, pero es la muestra más que evidente que, de eso nada de nada. Lentos, muy lentos. PSOE, Compromís y Podemos funcionan a un ritmo exasperadamente pausado, siempre muy por detrás de los intereses y necesidades de los castellonenses.

Prometieron que estarían activos en la pasada legislatura, y a día de hoy solo uno ha sido derribado para proceder a su construcción desde cero. El equipo de gobierno de Amparo Marco no es que llegue a septiembre con las asignaturas sin aprobar… es que es repetidor. Tal vez por eso la nueva ley Celaá apueste por permitir pasar de curso a los alumnos con asignaturas suspendidas. Lógico en unos gobiernos que priman y se caracterizan por la ley del mínimo esfuerzo en todo lo que hacen.

Portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Castellón