Se acaba un verano en el que nos ha vuelto a pasar de casi todo, un periodo que también ha sido de pestes i tempestes, incendios e inesperados sucesos como el acaecido hace unos días en Peñíscola con el derrumbe de un edificio de apartamentos que costó la vida a dos personas.

Aunque las desgracias se siguen empeñando en no venir solas, en el horizonte inmediato se empieza a atisbar el punto de inflexión que tantos meses llevábamos esperando, la partida hacia un nuevo tiempo que necesariamente ha de estar marcado por la esperanza, la superación de la pandemia y la satisfactoria reactivación de la economía de la provincia de Castellón.

No cabe duda de que hoy estamos mucho mejor que hace un año y que hace algunos meses. Y que formamos parte de un gran país llamado España, que está sorprendiendo al mundo entero en positivo por su capacidad para implementar un ejemplar y exitoso proceso de vacunación, con el que ya se ha conseguido inmunizar al 70% de la población. Con este ritmo, pronto llegaremos al 90%. Al hablar de este asunto, quiero agradecer la responsabilidad mostrada por la ciudadanía, que ha apostado claramente por la vacunación, esperando además pacientemente su turno, de forma ordenada y cívica.

Gracias a la buena gestión del Gobierno de España, las comunidades autónomas y los ayuntamientos, se ha podido imprimir una asombrosa velocidad de crucero al proceso de inmunización que ahora nos permite afrontar el futuro inmediato con una mayor esperanza y también alegría.

Se trataba de hacer las cosas bien y las hemos hecho, aunque ahora cabe seguir siendo responsables y no bajar la guardia en ningún momento. La mascarilla, el lavado de manos y la distancia de seguridad continúan siendo imprescindibles.

Nos adentramos en una nueva fase en la que la Diputación progresista que presido tiene la firme voluntad de seguir apostando por la proximidad y la cercanía con las alcaldesas y alcaldes de la provincia y con el conjunto de la sociedad civil.

Necesitamos seguir escuchando y respaldando a toda a nuestra gente para activar las políticas más adecuadas, ahora que empezamos a ver la luz al final del túnel que nos conducirá a la salida de la crisis y a la recuperación en todos los aspectos.

Con este objetivo nos vamos a reunir con las 135 alcaldesas y alcaldes de la provincia durante los meses de septiembre y octubre, en seis reuniones que celebraremos en otros tantos puntos del territorio. Lo haremos con anterioridad a la elaboración de los presupuestos de la Diputación de 2022. Nos veremos igualmente con los distintos colectivos y asociaciones afectados por la crisis originada del coronavirus.

Somos plenamente conscientes de que a los socialistas y a nuestros socios de Compromís nos corresponde gobernar la institución porque estamos al frente del equipo de gobierno, pero creemos en la cogobernanza, razón por la que volvemos a convocar a los partidos de la oposición, PP y Ciudadanos, a colaborar en la elaboración de las cuentas públicas del próximo año. Sé que todos podemos aportar en positivo y sigo proclamando la utilidad del consenso.

Yo quiero ese acuerdo. Y voy a trabajar para conseguirlo, porque la gente de la calle con la que hablo también lo quiere, y porque estoy convencido de que será útil para el conjunto de la población.

Llevamos año y medio de pandemia, 18 meses que están generando demasiado estrés a la ciudadanía porque se están haciendo demasiado largos y pesados.

Como diría Ortega y Gasset, se nos presenta la oportunidad de «estar a la altura de las circunstancias». Y el presidente de la Diputación de Castellón cree que lo más conveniente y sensato es aprovecharla para ganar el futuro juntos.

Presidente de la Diputación