Vaya tipo particular, hoy alabado por muchas voces, ignorantes o maliciosas, tiene una realidad bastante desconocida y que resulta objetivamente despreciable. 

Nació en la localidad de Abando (Vizcaya) en el año 1865 en una familia carlista, tendencia que siguió hasta que su hermano Luis lo atrajo hacia el nacionalismo vasco radical. Se inventó la historia a la medida de sus manipulaciones y batallas inexistentes. Reivindica un idioma que no conoce porque hablaba español. Y siembra el odio por doquier, odia todo lo que no es vizcaíno y luego lo que no es vasco.

Racista contra los maketos españoles, que según él, oprimen al pueblo vasco, lo que resulta raro siendo los vascos una raza superior y nosotros una raza miserable, que de hecho compara con los simios y los asnos. «No busquéis en sus rostros la expresión de la inteligencia humana ni de virtud alguna, su mirada solo refleja brutalidad. El roce de nuestro pueblo con el español causa en nuestra raza ignorancia y extravío de inteligencia, debilidad y corrupción de corazón. La fisonomía del bizkaino es inteligente y noble; la del español inexpresiva y adusta. El bizkaino es nervudo y ágil; el español es flojo y torpe. El bizkaino es inteligente y hábil para toda clase de trabajos; el español es corto de inteligencia, carece de maña y es perezoso y vago. El español necesita de cuando en cuando una invasión extranjera que lo civilice», dejó escrito Arana.

Su rencor no tiene límites e incitaba a la expulsión de los maketos, por medio de la violencia física. Y este chalado, racista y fanático fundó el PNV, y destruyó la convivencia entre los vascos (luego llegó la ETA). 

*Notario y doctor en Derecho