Onda se enorgullece de su importantísima industria cerámica. Motor de nuestra economía, generadora de puestos de trabajo estables y de calidad, a la vanguardia en innovación y siempre cumplidora y respetuosa con la legislación medioambiental. Pocas industrias han mostrado tanta capacidad de adaptación a las exigencias en materia de preservación y cuidado de su entorno natural y del medio ambiente, y eso es algo que reconocemos.
Ahora, una desbocada factura de electricidad y gas castiga a nuestra industria y merma capacidad para salir en busca de mercados con precios competitivos. Es hora de dar respuestas reales a sus sensatas reivindicaciones. Es momento de que gobierno y oposición sean capaces de sentarse a buscar soluciones efectivas y de largo recorrido, no meros parches transitorios, que reviertan unos costes de producción disparados y, lo más precoupante, que a la larga pueden desembocar en la pérdida de empleos.
Siempre que tengo la ocasión reivindico ese necesario acuerdo de voluntades que dé respuesta a las exigencias del sector cerámico. Que lo tenga en cuenta en la medida justa a su importancia en España, lo cual, desgraciadamente, no es lo que perciben nuestros profesionales.
Acaba de finalizar Cersaie y nuestra cerámica ha vuelto a estar presente, inasequible al desaliento a pesar de la pandemia. Si ellos continúan llevando nuestro nombre y el de la Comunidad Valenciana por todo el mundo, lo justo será que todos nos esforcemos por hacer llegar sus reivindicaciones a los centros de toma de decisiones. Por mi parte así es y lo seguirá siendo cada vez en la que pueda ser escuchada. No he perdido jamás la ocasión de reivindicar a nuestro principal motor económico, de ser la voz de nuestra industria, y así pienso seguir haciéndolo. Siempre con nuestra cerámica.
*Alcaldesa de Onda