La siniestralidad laboral en nuestro país alcanza todos los años números vergonzosos y dolorosos por las repercusiones que tienen en las trabajadoras y trabajadores que los sufren y en sus familiares.
Según los datos obtenidos por el Invassat, en los siete primeros meses de este año los accidentes han aumentado un 18,7% en España con respecto al mismo periodo del año anterior. Si nos centramos en Castellón, las cifras son alarmantes, han aumentado en todos los parámetros analizados. El número de accidentes con baja en jornada de trabajo se ha incrementado un 15,7%. El Índice de incidencia aumentó un 12,5%, los accidentes graves un 6,7%, y el peor dato, los accidentes mortales, han aumentado un 22,2% con respecto al mismo periodo del año anterior. Tenemos que lamentar desde enero a julio del año actual once fallecidos mientras se ganaban la vida.
Al comparar los datos con Alicante y Valencia, Castellón presenta los mayores aumentos en todos y cada uno de ellos. ¿Cuales son los motivos que lo explican?
Si bien este repunte coincide con la reactivación económica que está trayendo un aumento generalizado de los accidentes de trabajo, las series estadísticas empeoran desde 2012, coincidiendo con la implantación de la reforma laboral que favoreció un mercado laboral precarizado. La relación entre precariedad laboral y siniestralidad es indudable y se hace palpable, en el caso de los trabajadores y las trabajadoras temporales. Así, los asalariados con contratos temporales presentan una incidencia superior a los que tienen contratos indefinidos. Esta precarización de las condiciones de trabajo (que incluye la inestabilidad en el empleo, la alta temporalidad y rotación, la parcialidad involuntaria, el exceso de carga de trabajo), hace que no se garantice la seguridad y salud en los puestos de trabajo. La alta temporalidad en la contratación provoca que muchas personas trabajadoras no reciban la formación necesaria en materia preventiva y que las empresas tampoco vigilen la salud de su fuerza de trabajo.
Otro aspecto relevante que influye directamente a la hora de que se produzcan accidentes es la subcontratación y externalización de actividades y servicios, opción muy frecuente entre las empresas. En estos casos la coordinación en la prevención de riesgos de las empresas principales con las contratadas es fundamental y pocas veces se da.
Las deficiencias en la gestión preventiva de los riesgos laborales en las empresas es constante. Un alto número de ellas tiene externalizada la gestión preventiva, lo que implica poco tiempo en la observación y corrección de deficiencias. La mayoría de las veces, las empresas cumplen de manera formal pero no real con la prevención de riesgos. Todo esto lleva a asegurar que muchas empresas incumplen de manera reiterada la normativa de Prevención de Riesgos Laborales porque la mayoría de las muertes en el trabajo se pueden evitar cumpliéndola. Las muertes por accidentes traumáticos en Castellón son las de mayor número y las que más han crecido, siendo precisamente las que mejor se pueden evitar cumpliendo las medidas de prevención y la normativa.
Las recetas para frenar estas cifras pasan por afianzar la cultura de la prevención en las empresas y entenderla como una inversión y no como un gasto. Además, resulta fundamental reforzar la Inspección de Trabajo para que vigile el cumplimiento de la Ley de prevención de riesgos laborales y su normativa de desarrollo, aumentando la ratio de inspectores de trabajo y las visitas de estos a los centros de trabajo, así como impulsar los recursos de la Fiscalía.
También puede ser favorable uno de los puntos que UGT PV ha pactado en el plan Alcem-nos, que prevé la creación de la figura de delegados de prevención sectoriales y territoriales, que puedan realizar su labor en pequeñas y medianas empresas, que no tienen ni tamaño ni medios para tener delegados propios. Algo especialmente importante en una economía como la de Castellón, con implantación de pymes.
*Técnica de PRL y Medio Ambiente de UGT Comarques de Castelló
