El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Basilio Trilles

BABOR Y ESTRIBOR

Basilio Trilles

Resurge el PP

Pablo Casado ha anunciado el final de la travesía del desierto del PP, consecuencia de la severa crisis que dio como resultado la moción de censura a Mariano Rajoy mediante la utilización torticera de la corrupción que, en su día, también asoló al PSOE incluso con cal viva. Corrupción incontestable que durante los últimos cuarenta años de democracia ha salpicado a un abanico de formaciones políticas, con el ejemplo meridiano de la Convergència de Jordi Pujol.

Así las cosas, Casado ha dado irrefutable prueba de liderazgo en la moderna Convención del PP, cuyo culmen tuvo lugar el pasado domingo en la plaza de toros de Valencia. Allí, ante 9.000 personas, otras 3.000 tuvieron que seguir el acto desde la calle, el líder popular dijo alto y claro: «Aquí estamos otra vez con la cabeza alta, las manos blancas, los bolsillos limpios y el corazón enamorado de España».

El Casado sin complejos, seguro de sí mismo, libre de rémoras del pasado, realizó una intervención brillante, de calado. La mejor pieza política de tiempos recientes, según Pedro J. Ramírez.

Nadie puede negar que tras lo acontecido en Valencia para el PP hay un antes y un después. La nueva fuerza del centro derecha capitaneada por Casado ha soltado las amarras de cualquier complejo y sofocando, al tiempo, los conatos de arribismo interno. Isabel Díaz Ayuso bajó del pedestal y dijo que su puesto está en Madrid. Tal vez habría sido exigible una mayor naturalidad y expresividad sincera en las palabras de Díaz Ayuso, aunque hay que dar por bueno el resultado. Como advertí en mi artículo del pasado viernes, ahora toca Casado. Los egos personales solo contribuyen a dificultar un camino que cada día está más expedito para los intereses electorales del PP, algo en lo que coinciden prácticamente todas las encuestas excepto el CIS. Es un momento estratégico pero, cuidado, habrá que mantener solvente el discurso y no cejar en la acción interna, unitaria y sin fisuras, durante los largos meses que faltan para la convocatoria electoral. Enfrente está Pedro Sánchez, auténtico prestidigitador político, y en su mano tiene la llamada a las urnas. Ahora mismo, a no ser que se produzca una incontrolable crisis de Gobierno o el juez Llarena consiga que Puigdemont sea detenido y entregado a la Justicia española, Sánchez está tranquilo pactando con tirios y troyanos. Me cuenta un colega de Madrid que la posibilidad de que Puigdemont sea extraditado angustia al jefe del Ejecutivo, los efectos serían demoledores para su permanencia en La Moncloa.

El reforzamiento del centro derecha español, ojalá hubiera un centro izquierda, es bueno para España y también para la Unión Europa. El embajador Inocencio Arias escribe desde Washington que el proyecto del PP encontraría espacio en Europa sin Merkel. Lograr el justo protagonismo del Reino de España en la UE es objetivo fundamental en la hoja de ruta de Casado.

No resulta menos importante recobrar la presencia española al otro lado del Atlántico ante discursos populistas empeñados en pervertir la historia, asunto en el que Casado fue meridiano: «España no tiene que pedir perdón a nadie ni por nada, al revés, nos deben dar las gracias por nuestra contribución a América con el acontecimiento más importante de la humanidad, después de la romanización, que es la Hispanidad».

Es la hora de Pablo Casado y ha sido claro: «Queremos un PP de manos abiertas a todos». Un apunte en clave local: me gustó la intervención del sábado de la presidenta provincial del PPCS. Marta Barrachina, en fondo y forma. Ese es el camino.

Periodista y escritor

Compartir el artículo

stats