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Pepe Beltrán

Las Cuarenta

Pepe Beltrán

La no tan nueva normalidad

Sin duda se trata del mejor fichaje en años, y no hablo del imprescindible Pablo Hernández en el césped o del deseado mirlo blanco que busca con desespero Jordi Bruixola para perpetuar su poder. El refuerzo —pero no el único, conste— que necesita el CD Castellón: su afición, (re)debutará este sábado contra el Nàstic, y lo hará por fin sin las restricciones de aforo que parecían ahogar su innegable aliento. Podrán acceder a la grada todos los socios y, además, público en general que hasta la fecha se veían privados de comprar su acceso en taquilla.

No voy a hacer demagogia asegurando que con el concurso de Castalia se hubiera evitado el descenso del año pasado al que nos condenó la mediocridad de Garrido en el banquillo y la pusilanimidad de la directiva. Pero seguro hubiera empujado a la toma de decisiones.

Junto al alimento moral del graderío, también contribuye a la estabilidad actual el trabajo de Sergi Escobar y que repitiera la alineación que superó al filial del Barça para hacer lo propio en Murcia, cabe reconocer que con una dosis de suerte, que para eso acompaña a los que la buscan. Pareció caprichoso que no diera continuidad al once tras ganar al colista o perder con el Sanluqueño, habiendo alabado entonces las excelencias de su juego. Así que justo es reconocer la parte alicuota que le corresponde al entrenador por la consolidación deportiva y, por qué no decirlo, recuperar la ilusión por el futuro, a riesgo de que se venga arriba y le dé por improvisar otra vez, que nunca se sabe con los de su gremio. Yo confío en él, pero el ascenso requiere tres fichajes.

Tampoco creo justificado el ansia por publicitar el interés que tuvo en su día el mediático David Villa por invertir en la SAD, ya diluido con el descenso. Una innecesaria puesta en escena cuando no tiene remedio, salvo por el interés de mantener el producto en el escaparate.

Vicente Montesinos está cansado de la escasez de apoyos/reconocimientos de fuera y se sabe exprimido dentro por sus aprovechados colegas. La opción de cumplir con las obligaciones que corresponden con la ampliación de capital —que evitaría la amenazante quiebra— resulta demasiado gravosa dada la aportación de sus compañeros de viaje y, ahora que se ha dado cuenta, parece tarde para cambiarlos en marcha.

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