El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Casimiro López Llorente

Carta del obispo

Casimiro López Llorente

Enviados a la misión

Recién iniciado el curso pastoral, los catequistas y profesores de religión en nuestra Diócesis son convocados para recibir de manos del Obispo el encargo de catequizar en las parroquias y de enseñar la religión y la moral católica en la escuela de iniciativa pública o social, concertada o no concertada. Lo hacemos dentro de la celebración de la Eucaristía, que es la fuente de la vida y de la misión de la Iglesia. Así, catequistas y profesores de religión adquirieren una conciencia más viva de que es Jesús mismo quien los envía a través de su Iglesia a catequizar y a enseñar.

Todo cristiano, por su bautismo, está llamado y enviado a anunciar el Evangelio de palabra y por el testimonio de vida. Los catequistas y profesores de religión participan además de un modo especial del ministerio de la Palabra que Jesús confía a sus Apóstoles. El gesto del envío nos conecta y une con el mismo Jesús. Los Apóstoles recibieron un día de Cristo Jesús la misión de proclamar en su nombre y con su autoridad el Evangelio: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16,15), les dijo. Esta misión se continúa en la Iglesia en el ministerio apostólico de los Obispos. Y los catequistas y profesores de religión son enviados para cooperar en este ministerio y misión apostólicos.

Por ello, como en el caso de los Apóstoles, quien es enviado a la misión ha de ser, antes de nada, un discípulo del Señor: es decir, ha de conocer, creer, amar y seguir a Jesucristo, a quien ha de anunciar y de quien procede toda misión en la Iglesia. Como a los Apóstoles en su momento, Jesús invita a catequistas y profesores de religión a estar con Él, a conocerlo, a amarlo para poder catequizar y enseñar. Aquí ha de fundamentarse toda acción catequética y toda clase de religión. Aquí radica la necesidad de la formación inicial y permanente de catequistas y profesores de religión. Este es alimento de su tarea diaria, de sus preocupaciones, de sus anhelos y de sus esperanzas.

*Obispo de Segorbe-Castellón

Compartir el artículo

stats